miércoles, agosto 30, 2006

Los riesgos del momento

“La sospecha persigue siempre
a la mente culpable”
Shakespeare.

INMINENTE: El peligro que corremos los que tenemos la audacia de emitir opinión haciendo denuncias que producen urticaria en algunas nulidades engreídas, que por ingenuidad de algunos, acción y omisión de otros, ostentan la totalidad del poder, político y mediático. Se creen intocables e impolutos, tocados por un halo divino que los exime de cualquier critica por más cándida que esta pudiera ser, pero que los pone en evidencia. Los actos bochornosos en los cuales se ven envueltos diariamente son tan escandalosos que ya no los pueden ocultar. No se ve la mano del que roba, pero se ve la mano que gasta a borbotones. Hay quienes piensan que desapareciendo físicamente a uno que otro comunicador social o humilde escribidor de cuartillas les resuelve el problema para seguir asaltando las arcas municipales impunemente. Están bien equivocados, nunca faltará un audaz que los denuncie y corra los riesgos del momento.

DELITO: El que cometió Jesús R. Flores Rojas: Hacer uso de la libertad de expresión. Un derecho humano fundamental e inalienable. Hasta ahora no conozco otro delito que pudiera condenarlo para qué sicarios profesionales tarifados le asesinaron vilmente. Esa es la opinión generalizada en todos los sectores de la comunidad. Los que fuimos sus amigos, que conocimos de su integridad, dignidad y coraje para enfrentar las cosas, verbigracia, su valentía para denunciar a los traidores, choros de nuevo cuño y los delincuentes de cuello blanco que llegan a la ciudad cobijándose en un medio radioeléctrico, con la única intención de atracar, chantajear, intimidar y timar a su noble gentilicio, sabíamos que se granjeaba la animadversión de esos especimenes. Nunca pensamos que lo fuesen a asesinar de manera tan vil y cobarde. No pudieron comprarlo, lo mataron. No hay que ser de la GESTAPO, la CIA, del G-2 cubano o Columbo, para saber de donde provino la orden de ejecución. Basta leer sus columnas. Aquí nos conocemos todos y en nuestro caso seguiremos corriendo los riesgos del momento.

SORPRESITAS: Las que ofrecen los mercenarios del micrófono a quienes osamos ponerle al desnudo su serie de tropelías, chantajes y atracos a las arcas municipales con la anuencia del rey maula. En mi caso particular, todo el mundo vio y escucho, cuando Tarzán, a través de la orbita oficial, me ofreció una sorpresita. La gente de la ciudad sabe que junto a Papermate, manejan la Policía Municipal y el Tesoro municipal a discreción, eso es del dominio público, no les temo, pero ese poder omnímodo, los condena por adelantado. Es tanta la perversión de estos personajes que llegan al extremo de ridiculizar hasta al rey maula con sus lisonjas chapuceras. Ambos sujetos, ofenden la inteligencia del Tígrense con la fijación glútea que tienen con el gobernador, por la sencilla razón que no se dejó chantajear y como no pueden con él intentan reventar la cabuya por lo más delgado. Sueñan con el presupuesto regional mientras depredan el municipal. Decir esto y otras cosas que sabemos y que seguiremos comentando son los riesgos del momento.

Hay un solo grupo de sospechosos. Existe impunidad, pero la sospecha cae sobre la mente de ellos como gota fría en la cabeza de un condenado. En todo caso, la gente sabe quién quiénes abusan del poder que es la manifestación más perversa de la cobardía. Pregúntenle a la señora que salvó milagrosamente la vida del reportero grafico en manos de quién estamos. Hemos vivido, vivimos y seguiremos viviendo los riesgos del pasado, presente y futuro, pero no callaremos ante la ignominia y las barrabasadas.

No olvidéis: El poder, da para el uso y el abuso, pero ¡Que vaina! es efímero.

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