“Una espina de experiencia vale más
que un bosque de advertencia”
Lowell.
que un bosque de advertencia”
Lowell.
Es evidente que el régimen tiene pavor a contarse en elecciones limpias y transparentes. A 8 años de “revolución” los resultados no pueden ser más infames. El país está en el abismo de la miseria y la el régimen en la cumbre de la opulencia. Han despilfarrado, regalado y saqueado la más grande e inmensa riqueza jamás soñada por la patria de Bolívar, con ese sombrío panorama, todavía tienen el atrevimiento de presentarse como candidatos de la “revolución” intentando evadir la responsabilidad, para colocar el debate electoral en el escenario inverosímil entre pro y contra revolucionarios. Es para coger palco.
Observen estás pequeñas exquisiteces revolucionarias:
- La gesta revolucionaria le ha costado al país más de 30 mil millones de dólares en regalos a países hermanos, mientras los compatriotas dueños de la inmensa riqueza petrolera se hunden en la indigencia, hambre, miseria, desempleo, falta de solidaridad y oportunidades de realización. Existe en el soberano una gran indignación al ver como se hace uso y abuso de su patrimonio.
- Es tanto el abuso de poder que ahora nuestro prócer viviente se le ocurre la brillante idea de empezar a regalar nuestro patrimonio histórico. La daga y hasta las vajillas del libertador quien fue es el icono de la libertad en América ahora serán usadas por el sátrapa cubano icono de los dictadores del mundo. Esa burla acrecienta la ira en el soberano.
- El hambre, la miseria el desempleo y el alto costo de vida hacen que el venezolano(a), por estricta necesidad, se coloque su boina y franela roja para verse obligado(a) a barrer calles en ausencia de seguridad social, estabilidad laboral y un mísero salario. También se obligan a tener que humillarse en las colas de Mercal para proveerse de algunos alimentos de muy mala calidad, mientras los próceres del régimen se dan la dolce vita con las inmensas fortunas que han logrado amasar en estos oprobiosos 8 años. Ese panorama ensancha la brecha entre los nuevos ricos y los, hoy, más pobres que nunca.
- Ser rico es malo le espetan en la cara al soberano mientras ellos viajan por el mundo en uno de los aviones más lujosos del universo, pernoctan en lujosos hoteles, degustan exquisitos platos de la gastronomía de los países que visitan, catan e ingieren las más variadas bebidas y aquí el soberano observando, con el estomago pegado del espinazo, a los que se quedan por razones de espacio en la aeronave cuando frecuentan los más fastuosos restaurantes del país en vistosos y millonarios vehículos. ¿Caradurismo? ¡Claro! En grado superlativo. Esas evidencias amplifican el deseo en el soberano de cobrar con el voto tanta conducta insensible e inhumana.
Entiendo que en el 1998 hubo una esperanza, la gente se volcó a votar por el militar golpista para que liquidara aquel estado de cosas, trasformará al país, le diera estabilidad e independencia a las instituciones, acabara con la corrupción e ineficiencia, evitara el despilfarro y la “regaladera” de los que lo precedieron, iniciando un gobierno de justicia social que garantizará igualdad de oportunidades y un reparto más equitativo de la riqueza. El que vive de ilusión, muere de desengaño. Hoy la desilusión es tan grande como la riqueza petrolera.
Hoy, a 8 años de desgracia nacional, cuando nuestra inmensa riqueza petrolera y hasta nuestro valioso e invalorable patrimonio histórico es regalado por un capricho de nuestro prócer viviente, cuestión que enfurece hasta el chavista más recalcitrante, preguntamos: ¿Usted cree que el régimen permitirá elecciones limpias y transparente? ¿Bien ingenuo el que lo crea? El régimen tiene las instituciones secuestradas y tiene pavor a contarse en elecciones limpias y transparentes. La espina de hambre, miseria y desesperanza que le clavo al pueblo no la saca con promesas. Se les agotó el tiempo.
¿Cuál es el camino? Luchar para obligarlo a contarse en igualdad de condiciones. Hay que atreverse a construir un vigoroso y poderoso movimiento nacional que fuerce la salida democrática. De lo contrario es hacerle el juego al régimen y legitimarlo ante el mundo. No hay una pizca de dudas. Chávez le tiene pavor a elecciones limpias y transparentes.
Observen estás pequeñas exquisiteces revolucionarias:
- La gesta revolucionaria le ha costado al país más de 30 mil millones de dólares en regalos a países hermanos, mientras los compatriotas dueños de la inmensa riqueza petrolera se hunden en la indigencia, hambre, miseria, desempleo, falta de solidaridad y oportunidades de realización. Existe en el soberano una gran indignación al ver como se hace uso y abuso de su patrimonio.
- Es tanto el abuso de poder que ahora nuestro prócer viviente se le ocurre la brillante idea de empezar a regalar nuestro patrimonio histórico. La daga y hasta las vajillas del libertador quien fue es el icono de la libertad en América ahora serán usadas por el sátrapa cubano icono de los dictadores del mundo. Esa burla acrecienta la ira en el soberano.
- El hambre, la miseria el desempleo y el alto costo de vida hacen que el venezolano(a), por estricta necesidad, se coloque su boina y franela roja para verse obligado(a) a barrer calles en ausencia de seguridad social, estabilidad laboral y un mísero salario. También se obligan a tener que humillarse en las colas de Mercal para proveerse de algunos alimentos de muy mala calidad, mientras los próceres del régimen se dan la dolce vita con las inmensas fortunas que han logrado amasar en estos oprobiosos 8 años. Ese panorama ensancha la brecha entre los nuevos ricos y los, hoy, más pobres que nunca.
- Ser rico es malo le espetan en la cara al soberano mientras ellos viajan por el mundo en uno de los aviones más lujosos del universo, pernoctan en lujosos hoteles, degustan exquisitos platos de la gastronomía de los países que visitan, catan e ingieren las más variadas bebidas y aquí el soberano observando, con el estomago pegado del espinazo, a los que se quedan por razones de espacio en la aeronave cuando frecuentan los más fastuosos restaurantes del país en vistosos y millonarios vehículos. ¿Caradurismo? ¡Claro! En grado superlativo. Esas evidencias amplifican el deseo en el soberano de cobrar con el voto tanta conducta insensible e inhumana.
Entiendo que en el 1998 hubo una esperanza, la gente se volcó a votar por el militar golpista para que liquidara aquel estado de cosas, trasformará al país, le diera estabilidad e independencia a las instituciones, acabara con la corrupción e ineficiencia, evitara el despilfarro y la “regaladera” de los que lo precedieron, iniciando un gobierno de justicia social que garantizará igualdad de oportunidades y un reparto más equitativo de la riqueza. El que vive de ilusión, muere de desengaño. Hoy la desilusión es tan grande como la riqueza petrolera.
Hoy, a 8 años de desgracia nacional, cuando nuestra inmensa riqueza petrolera y hasta nuestro valioso e invalorable patrimonio histórico es regalado por un capricho de nuestro prócer viviente, cuestión que enfurece hasta el chavista más recalcitrante, preguntamos: ¿Usted cree que el régimen permitirá elecciones limpias y transparente? ¿Bien ingenuo el que lo crea? El régimen tiene las instituciones secuestradas y tiene pavor a contarse en elecciones limpias y transparentes. La espina de hambre, miseria y desesperanza que le clavo al pueblo no la saca con promesas. Se les agotó el tiempo.
¿Cuál es el camino? Luchar para obligarlo a contarse en igualdad de condiciones. Hay que atreverse a construir un vigoroso y poderoso movimiento nacional que fuerce la salida democrática. De lo contrario es hacerle el juego al régimen y legitimarlo ante el mundo. No hay una pizca de dudas. Chávez le tiene pavor a elecciones limpias y transparentes.
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