miércoles, marzo 28, 2012

Justicia, amor y paz

No me preocupa el grito de los violentos, de los deshonestos, de los sin ética…Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos
Martín Luther King (1929 – 1968)
Pastor estadounidense.

“La justicia es la reina de todas las virtudes republicanas y con ella se sostiene la igualdad y la libertad” Simón Bolívar. “Ama a tú prójimo como a ti mismo” Jesucristo. “El respeto al derecho ajeno es la paz” Benito Juárez. Si pusiéramos en práctica estas sabias palabras, el mundo y, en especial nuestro país marcharía mucho mejor. Es hora de ponerle coto a la violencia criminal desatada, reinventarnos como sociedad y volver por los senderos de la justicia, el amor y la paz. Hay que enderezar el rumbo.

Venezuela nos necesita a todos. Hay que odiar, odiar. Tenemos que reclamar como ciudadanos, la recta aplicación de la justicia. Estamos obligados a entendernos como hermanos, apreciarnos, querernos, estimarnos, valorarnos, considerarnos y respetarnos. La mejor contribución que podemos hacer para restituir la ansiada paz, es predicar con el ejemplo. Recordemos dar los buenos días, actuar como caballeros, pedir permiso, dar paso y sentirnos orgullosos de serle útil al prójimo, reconocer nuestros errores y pedir disculpas. Eso no cuesta nada.

La educación empieza en el hogar. No permitamos que nuestros hijos, actúen por la libre. Rescatemos el respeto por los educadores a todos los niveles. Nuestra formación en las aulas es la prolongación de la educación adquirida en la familia. Nadie debe tomar lo que no es suyo. Tengamos siempre presente y enseñemos a los niños “Lo ajeno se respeta”. Hay que rescatar el valor del estudio, la educación, el trabajo, la decencia, la ética, la urbanidad y las buenas costumbres. Nosotros somos entes sociales por naturaleza y vivir en sociedad implica cumplir normas de convivencia ciudadana. No olvidemos nuestros deberes. Hay que predicar con el ejemplo.

A nadie pedimos que sea comeflor, amanerado o tonto. ¡NO!, por favor. Hay  actuar como caballero y las damas como damas. Eso basta, no se pierde nada y se gana mucho. La dignidad, el respeto y la majestad personal debe ser nuestro norte. “Sí no te gusta lo que recibes, cuida mucho que es lo que emites” nos recuerda el brasilero y uno de los más destacados expositores de la neurolingüística, Blair Ribeiro. Amor con amor se paga. Demos amor y recibiremos amor. El que siembra vientos cosecha tempestades.

Los venezolanos somos gente amiga, hospitalaria, solidaria, respetuosa, trabajadora, además de justos, equilibrados, generosos y amantes de la paz. No perdamos el rumbo. Es hora de retomar el camino. Eduquemos para la justicia, el amor y la paz. Sí se puede. Todos estamos obligados a poner nuestro granito de arena. Los hombres y mujeres de bien somos la inmensa mayoría. Lo único que necesita el mal para triunfar es que lo hombres  y mujeres de bien no hagan nada para impedirlo. Hagamos e impongamos el bien. Esa es la clave.
Venezuela clama por justicia, amor y paz. No esperemos que nos toque la desgracia de la violencia criminal, para reaccionar. Es ahora o nunca.

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