jueves, julio 05, 2007

La calidad de vida en la ciudad

Acepto el caos, pero no estoy seguro
de que el caos me acepte a mí

Bob Dylan (1941- )
Músico y poeta estadounidense.
Una de las demandas más importantes de los vecinos es el mejoramiento de la calidad de vida del colectivo. Los gobiernos regionales, locales y parroquiales, tienen en sus manos esa responsabilidad. Todos están obligados a concertar esfuerzos entre ellos, con el gobierno nacional y la industria petrolera, a los efectos de adelantar planes y proyectos conjuntos para solucionar los más ingentes problemas de las comunidades. Para ello se requiere de un liderazgo responsable, eficiencia en la gerencia pública y compromiso con el pueblo.

En la actualidad, Venezuela atraviesa por la bonanza petrolera más espectacular de su historia. Hay recursos económicos hasta para regalar en el exterior. Los alcaldes deben hacer un gran esfuerzo por presentar planes y proyectos ante el gobierno regional, central y la industria petrolera para la consecución de los recursos necesarios para su concreción. No basta con mantener el aparato burocrático municipal y administrar la inercia. Hay que poseer sentido de grandeza, imaginación, creatividad y liderar a la comunidad para el mejoramiento definitivo de su calidad de vida. Esa es la tarea.

En nuestra ciudad han pasado casi 3 años de gobierno local. Los resultados están a la vista. Una cámara municipal dividida, inoperante, sin iniciativas positivas, sin actos legales y la que opera en el recinto municipal, aparte de actuar al margen de la ley, no pela un “guiso” con los terrenos lomitos y se enriquecen groseramente. El gerente municipal cabalga sobre esa crisis y, como no tiene funcionando el organismo contralor por excelencia, hace de las suyas con el presupuesto, se da el lujo de pagar campañas contra sus adversarios políticos y maneja todo a su libre albedrío. No hay orden, ni concierto y la ciudad se hunde en el más espantoso caos de toda su historia.

El deterioro de la calidad de vida de nuestra ciudad, no puede ser más evidente. Los barrios son una calamidad; p.e. Pretendan entrar a alguno. Escójanlo al azar. San José, Andrés Bello, los Chaguaramos, Oficina 1, las Américas, las Delicias y pare de contar. Son 148 sectores populares donde habita el 90% de la población que está en el más completo abandono, mientras el Rey Maula, se regodea diciendo que hizo la redoma, pintó los silos de Aguanca, sembró chaguaramitos, matitas de Isora y le echa pintura, de muy mala calidad, a las calles y avenidas céntricas. Una gestión heroica…para Don Bombillo y sus marionetas parlantes.

Esa es la gerencia, el liderazgo y el desastre de este gobiernito local, con el cual tenemos que cargar hasta el 2.008. El Rey Maula y Don Bombillo en la cadena mediática desde donde orbitan, intentan ocultar, con una engañosa y mil millonarias campañas publicitarias, lo evidente. La gente palpa, sufre, vive diariamente esa realidad y los observa con ojo escrutador, conoce de sus manejos corruptos y los espera en la bajadita. Ni que se metan en la “orbita” del “mundo” podrán escaparse del inapelable juicio de los electores en las elecciones locales del 2.008.
Nunca la calidad de vida de nuestros vecinos se había deteriorado a los niveles actuales. Es para coger camino. Los amantes del turismo de aventura pueden venir para que lo vean y luego lo puedan contar, si salen vivos porque la inseguridad es otra realidad inocultable. ¿O aceptaremos el caos como fatalidad? Yo te aviso…

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