viernes, diciembre 08, 2006

Votamos, elegimos y convivimos

El hombre que se levanta aun es más
grande que el que no ha caído
Concepción Arenal.
En todo sistema democrático cuando se consuma un proceso electoral el pueblo elige un gobierno y una oposición. Tan importante es el primero, como indispensable es la segunda. Siempre he afirmado que, para que exista un buen gobierno debe existir una mejor oposición. Es la regla de oro. Ejerce la conducción del país quien obtiene la mayoría y la minoría después de la resaca electoral, esta obligada a reunificar fuerzas que le permitan servir de contrapeso al poder, fijando posiciones claras con relación a las políticas que adelanta el gobierno, criticar lo que considere no es correcto, reconocer los aciertos, fijar estrategias para construir mayorías y poder enfrentar con éxito los retos electorales del futuro. No hay otra salida. Votamos, elegimos y hay que convivir. El país lo construimos entre todos.

El esfuerzo fue ciclópeo, fueron tres meses de intensa campaña, había miedo, escepticismo y abulia antes del inició de la campaña, estás no se vencieron del todo, pero se logró construir una poderosa, unitaria y entusiasta fuerza opositora que movilizó buena parte del electorado venezolano, que de acuerdo a los boletines oficiales de un CNE, poco creíble, rondo el 40%. No alcanzó para ganar. Es cierto. No obstante envió una prístina señal al líder del llamado proceso, para que adelante una política inclusiva que garantice la gobernabilidad en un ambiente la tolerancia, respeto y búsqueda de consensos, que permitan darle vigencia a la democracia participativa y protagónica en áreas bien sensibles para todos los venezolanos, en el entendido que el país lo construimos entre todos. Votamos, elegimos y tenemos que convivir.

El gobierno tiene que entender que una buena porción de venezolanos requiere, para que vivamos en un clima de respeto, paz, convivencia un dialogo sincero, inclusivo. La educación, deporte, seguridad, justicia, modelo económico, salud, política social, militar, descentralización, etc. tienen necesariamente que pasar por el engorroso trámite democrático, de una amplia discusión nacional, para que logremos el ansiado gran consenso que requiere la patria. En esa altísima responsabilidad tiene un rol indispensable los sectores de la oposición. El gobierno está obligado a establecer la agenda y la oposición sin pruritos de ninguna naturaleza involucrarse con sentido patriótico y participar en la construcción de los necesarios consensos. El gobierno, sin agendas ocultas, debe tomar la iniciativa. Votamos, elegimos y tenemos que convivir.

Los que hoy detentan la mayoría, tienen que estar conscientes de que, en un futuro no muy lejano, estarán en minoría. Nada es inmutable en la vida. Todo es transitorio. Los procesos sociales son impredecibles. Los que perdimos tuvimos la gallardía de aceptar la derrota, los vencedores tienen que poseer la humildad de reconocer al vencido, concederle el honor y darle el respeto debido a la minoría. La grandeza está en volver a levantarse. Difícil, pero no imposible. Este país de todos, lo construimos entre todos. Votamos, elegimos y convivimos. No olvidemos la sabia enseñanza del prócer mexicano don Benito Juárez “El respeto al derecho ajeno es la paz”
No es ingenuidad. Creo que es tiempo de paz y sosiego. Llevamos una década de permanente crispación política. Demos paso a la armonía. No pretendo tener dotes de exegeta, pero creo interpretar la inmensa mayoría de compatriotas. Votamos, elegimos y tenemos que convivir.

No hay comentarios.: