miércoles, noviembre 30, 2011

De tantos que recibo: 3 correos y 1 comentario

La vergüenza viene en ayuda de los hombres o los envilece
Hesiodo de Ascra (siglo VIII a.C)
Poeta griego.


Los copio textualmente:

-1-

Sr. José, gusto en saludarlo.
He leído su artículo muy bueno sobre la historia de la carretera El Tigre Barcelona, pero hay un lado triste de esta carretera y es la cantidad de muertos que ha dejado, unos por imprudencia de los conductores y otra por lo complicado y peligroso de la carretera misma. Yo he transitado por esa carretera por lo menos en los últimos 25 años y he visto como cantidades de venezolanos han perdido la vida en ella, creo sin temor a equivocarme que dicha carretera tiene su propio cementerio. Para mí como venezolano y oriental es una vergüenza que no contemos con una autopista desde Barcelona hasta Puerto Ordaz, con cuatro canales de circulación. Ni los gobiernos de la cuarta y esta revolución se han preocupado por construir una autopista moderna y más aún teniendo en cuenta que el estado Anzoátegui produce al menos el 50% del petróleo que exportamos, y si embargo uno puede viajar por autopista nuevas desde San Carlos, en estado Cojedes, hasta Barinas. ¿Será porque el Presidente nació en esa tierra?
Igual pasa con la carretera Barcelona Maturín, esta es otra guillotina, también tiene su propio cementerio. Y no hablemos de la vía Caracas Barcelona es otra vergüenza ya parece una trocha, actualmente a están asfaltando, pero ya no da más, los puentes se están cayendo y tiene muchas fallas de borde, y no se ve que estén trabajando para tener una autopista ni en el mediano ni en el largo plazo.
Ante todo lo anterior le propongo que se cree un movimiento para presionar al gobierno central que se establezca un plan y se establezcan plazos y compromisos para contar con unas vías expresas para el oriente del país. No más trochas y vías de penetración para el oriente.
Saludos
Snayder Guilarte.
snayderguilarte@yahoo.com

-2-

Apreciado amigo Cheo, le envío nuestro último boletín que contiene el editorial referido al caso Esequibo.
Hemos decidido mantener el caso como tema permanente en nuestro boletín. Estamos pensando constituir un movimiento prodefensa del Esequibo.
Lo felicito por su estupendo artículo, este es mi correo. A la orden siempre.
Saludos, Vicealmirante Rafael Huizi Clavier.
frentemil2@gmail.com

-3-

Estimado amigo “Cheo” Salazar. Muy bueno su artículo sobre la nueva LOT. Aunque creo que se quedó corto amigo. Sí realmente queremos ayudar al trabajador, se debe eliminar la tercerización, los contratos a tiempo determinado. Los fulanos 3 meses de prueba sin prestaciones sociales. La vuelta a la retroactividad de la Prestaciones Sociales, pero bajo otro esquema, que verdaderamente beneficie al trabajador. La obligatoriedad del ahorro de un 5% del sueldo mensual. La creación de Cooperativas de Consumo, una verdadera pensión de jubilación y del SSO, una reducción de de jornada de 2 horas diarias, y así hay innumerables detalles que se pueden colocar en esa nueva ley,…El problema es que el gobierno es el más grande patrono del país, y el es el que va a dictar la ley,…Es el patrono que más le debe a los trabajadores, es que más les incumple, hay un decreto de inamovilidad y sin embargo despide hasta a mujeres embarazadas…No les permite la discusión de contratos colectivos, etc, etc, etc…Se pagará y se dará el vuelto…,
¿Por qué no coloca unas cláusulas contentivas de multas hasta el triple de lo adeudado cuando el patrono no pague al trabajador lo que le corresponda, pero que esa multa vaya a manos del trabajador?
Esperaremos el primero de mayo del año próximo y verán cuanto de embuste nos mete el gobierno…Un abrazo. José Rodríguez.
rodriguezcubero@gmail.com

Tal cual me lo dijo un viejo amigo, ahora chavista.

“Cheo” cuando gobernaban los adecos, recuerda que yo era adeco, me acuerdo, que a los Presidentes del Concejo, a los concejales y a los alcaldes, que pertenecían al partido, cuando no estaban haciendo una labor aceptable o se las estaban echando al hombro, los llamaban a una reunión del Comité Ejecutivo Municipal, ampliada. En esa reunión, asistían los miembros del CEM, los miembros de los burós, los Coordinadores de Centro de Votación, los jefes de los comités de base y los activistas del partido. Todos con voz, para reclamar y exponer libremente sus críticas, comentarios y recomendaciones. No había censura, represión o pases de factura. El Presidente Municipal, los concejales o Alcalde escuchaban, reflexionaban, solicitaban ayuda y se comprometían a mejorar o continuaban expuesto al fuego cruzado de la gente del partido. No había amenaza que valiera. Había que cumplir y punto. Los adecos tenían vergüenza. Te consta.
¿A que viene ese discurso amigo? ¿Usted ya no es adeco? Y tú tampoco, pero eres un hombre crítico y hay que respetarte, porque lo haces con fundamento. Le doy las gracias por el cumplido y me responde: “leí tus declaraciones con relación al monumental fracaso del actual alcalde. Alguien debe alzar la voz. Te felicito. No hay autoridad partidista en el PSUV, que llame a los concejales, al alcalde y a los funcionarios de la revolución para reclamarles este monumental fracaso. Esta revolución fracasó. El Alcalde, los concejales y los directivos del PSUV, los envileció el poder. No tienen vergüenza y los que lo alcahuetean tampoco. Saldrán con real, pero los votos del pueblo los perdieron. A los militantes del PSUV, se nos cae la cara de vergüenza, cuando vemos este desastre y no tenemos a quien recurrir y menos a quien reclamar. Esto se lo llevó el diablo. Te quedas corto, cuando dices que no sacarán 30 mil votos de ventaja. La derrota superará los 50 mil votos”. A confesión de parte, dicen los jurisconsultos, relevo de pruebas.
A este amigo, le guardo el secreto de la identidad, por razones obvias. En todo caso, el comentario, por ser verídico y lleno de verdades, lo asumo como mío, no comprometo a nadie y como con la verdad ni ofendo, ni temo, les dejo esa reflexión, a los que pudiera interesar. Hay que tener una pizca de vergüenza. El poder corrompe y envilece. Vox populi vox dei.

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