miércoles, julio 20, 2011

Lo que viene es Chávez Candanga

La experiencia aumenta nuestra sabiduría, pero no reduce nuestras locuras
George Bernard Shaw (1856 – 1950)
Escritor irlandés.


En gobierno, para combatir la inflación, escogió el peor de los caminos. Otra regulación sobre una regulación que tiene cerca de 10 años, con resultados nefastos. El fracaso de la política económica del socialismo del siglo 21, no puede enmendarse profundizando en el error. La Ley de Costos y Precios Justos, contraerá más el aparato productivo, habrá más escasez, mayor especulación y presionará la inflación a niveles estratosféricos. Pretenden apagar el incendio echándole gasolina.

No hay que ser economista. El sentido común indica que hay que estimular la producción. Abrir las compuertas del mercado. El gobierno dedicarse a no permitir que se desborden las ambiciones. Permitir que la gente desarrolle sus potencialidades. Aguijonear la creatividad. Conceder créditos oportunos a la pequeña y medina industria. Establecer reglas de juego claras y duraderas. Cimentar la confianza y paulatinamente soltar las amarras del mercado de divisas. Los capitales golondrinas, con reglas claras y un gobierno que cree condiciones para la inversión, volverán a posarse en nuestro país. Es cuestión de seriedad y políticas públicas creíbles.

Las otras formulas está demostrado que fracasaron. La Comisión Nacional de Precios y Salarios (CONACAPRESA) que trata de emular la “novísima” Ley de Costos y Precios Justos, fracasó en el gobierno de Lusinchi y está destinada a naufragar en la involución de Chávez. Ayer hizo un daño terrible y ahora los estragos en la economía nacional serán por partida doble. El aparato productivo otrora no estaba tan golpeado, desvalijado y arruinado. En esta oportunidad, las pocas empresas e industrias que han sobrevivido a los embates del proceso de destrucción nacional, tendrán que bajar sus puertas. El efecto inmediato mayor desempleo, acrecentamiento de la escasez, una voraz especulación y una inflación incontrolable. En materia de inflación estamos mal y vamos hacia lo peor. Los hechos y la realidad son tercos.

¿La carne no está regulada? ¿Quién la consigue a precio de regulación? ¿La harina pan, mantequilla, queso, atún, jamón endiablado, aceite, leche en polvo y un sin fin de productos de la dieta diaria, no están regulados? ¡Claro! Están regulados, no se consiguen en los mercados establecidos y formales, pero lo tienen los comerciantes informales al triple y el cuádruple del precio ¿Y el INDEPABIS? Bien gracias. Nadie respeta la regulación actual y menos respetarán las nuevas regulaciones. Con está Ley de Costos y Precios Justos, lo que viene es Chávez Candanga en materia de escasez, especulación e inflación. Dios nos agarre confesados.

Esa política económica hizo desplomar a la Unión Soviética, obligó a la Revolución China a abrir las compuestas del mercado y tiene a las sociedades de Corea del Norte y Cuba en la más absoluta miseria. Nadie experimenta en cabeza ajena. En materia de inflación el gobierno con la experiencia actual, en vez de aumentar su sabiduría lo que acrecienta son sus locuras Esa receta económica comunistoide fracasó y, no hay un ápice de dudas, volverá a fracasar. No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Los chavistas de pie que defienden ese despropósito, les podemos decir desde ya. El que vive de ilusión muere de desengaño, en este caso de hambre. La fábrica de pobres viene con motor socialista. Hay dieta eléctrica y ahora dieta alimenticia. Lo que viene es Chávez Candanga. Otro logro de la revolución.

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