lunes, mayo 25, 2009

La angustia del pueblo

Las puertas del cielo y del infierno
son adyacentes e idénticas

Nikos Kazantzákis (1885-1957)
Escritor griego.

No se puede negar la realidad. Hay angustia con relación al grave problema de la basura. Entendemos que la actual administración heredó esa problemática. Todos recordamos que en el último año de la gestión anterior la ciudad se convirtió en un vertedero público. Entre la empresa que prestaba eficientemente el servicio desde la cuarta república, el ejecutivo local y algunos miembros de la Cámara Municipal, hubo una suerte de acuerdo indecoroso. Dejaron que el servicio colapsara y con esa justificación prepararon una Ordenanza para atracar el bolsillo de los contribuyentes y usuarios obligados del servicio. Esa, entre otras tantas barrabasadas, las derrotó el pueblo el 23N-2008.

Todo eso es historia reciente. Ahora bien, los vecinos y el gobierno local no podemos vivir eternamente solazándonos con los culpables, que los hay y están identificados. Lo que realmente interesa es que se le busque solución al problema o pasamos a formar parte de el. Ese es el quid del asunto. Van más de 6 meses de gestión roja rojita y, a media que avanza el tiempo, la situación empeora y no hay respuestas que vislumbren una solución a corto, mediano y largo plazo. El comentario en la calle es de terror. Las autoridades deben entender, que por pretender ignorar la situación, ella no deja de existir. No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Hay angustia en todos los sectores de la comunidad. La basura se está enseñoreando en la ciudad con su secuela de perversidades. En estos fines de semana, la ciudad lucía como si había neblina. ¡No! era smog, llena de humo. ¿La razón? No le busquen 5 patas al gato. Los vecinos desesperados están quemando los desperdicios, las inmundicias y las porquerías para intentar protegerse de las enfermedades que se derivan de las asquerosidades, la suciedad, los malos olores y la gusanera. Nadie en su sano juicio, puede alegrarse de está perniciosa situación. Al gobierno local se le está acabando la luna de miel y la angustia de los vecinos puede tornarse en desesperación y violencia. Hay ponerle oído y atención al pueblo.

Un gobierno local que sea incapaz de recoger la basura, no merece permanecer en el poder. La historia reciente es ilustrativa. El último desgobierno local, aparte de la violencia, la violación de derechos humanos, los atropellos, los abusos y la corrupción galopante, en sus finales 12 meses, no fue capaz de recoger la basura, convirtió la ciudad en un vertedero público y como epilogo, hizo toda clase de piruetas para justificar pagos mil millonarios dizque para reparar lo equipos recolectores y todo se fue por la cañería de la corrupción. Había un concejal, conocido como el más corrupto de Latinoamérica, que no desamparaba al dueño de la empresa que poseía la concesión para la recolección de la basura. Vivieron como coprófagos.

Llegó el momento de que el actual gobierno municipal, presente e impulse una alternativa creíble para mejorar y optimizar la recolección de la basura, porque de lo contrario, lo agarrará el mismo camino que conduce al cielo o al infierno, pero indistintamente aterrizará en el cementerio de la historia como su antecesor. No olviden que este pueblo, sabe más que corocoro frito y no repite alcaldes. Mientras tanto, el pueblo continúa angustiado y espera respuestas. Están a tiempo.

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