Las luces de alarma

“Donde termina la ley,
empieza la tiranía”
William Pitt

Indiscutiblemente que el desarrollo del proceso electoral ha tenido la virtud de hacer que los comandos de campaña y los candidatos enciendan las luces de alarma. El candidato/presidente pensaba que estaba fuera de lote. Corría sólo en la pista y todas las encuestas le daban una cómoda posición. La oposición fragmentada, con un liderazgo atomizado no representaba una amenaza cierta. Poco a poco los escenarios se han ido aclarando y apuntalando. Hoy, sin lugar a dudas, tenemos a un gobierno desconcertado y a una oposición con un vertiginoso crecimiento que la coloca como la primera opción. Hay luces de alarma encendidas en ambos lados. El que tenga ojos que vea.

Las luces de alarma la encienden ambos candidatos. El gobierno ahora mira con pavor la posibilidad de perder las elecciones. La oposición, sin aires triunfalistas, toma la delantera e iniciativa. Hoy el panorama es totalmente distinto y podemos decir sin temor a equívocos, que si las elecciones fueran hoy, con un CNE que garantizara pulcritud en el proceso, la paliza que recibiría el oficialismo seria de órdago. Eso los hace encender las luces de alarma y la oposición está obligada a mantenerlas encendidas también. Hay que luchar por las condiciones electorales o seremos víctimas del fraude. El 15 de agosto está fresco todavía. El que está picado de macagua cuando ve bejuco se espanta.

Tenemos que luchar para garantizar nuestra presencia en las mesas electorales, evitar a toda costa que se transmitan resultados sin antes cotejar el acta final con los comprobantes depositados en la caja, estar ojos abiertos para evitar los votos virtuales (El REP contiene 4 millones de electores fantasmas) no permitir que las máquinas estén conectadas con el cerebro central durante el acto de votación, mantener a distancia a los miembros del Plan República para que no se inmiscuyan en el proceso que pertenece a los civiles y ellos solo deben ocuparse de mantener el orden público y hacer punto de honor en el escrutinio público. En guerra avisada no muere soldado, mucho menos civil en escrutinio democrático.

Todos en la oposición estamos resteados con el candidato de la unidad. Eso no está en discusión. Alianza Bravo Pueblo, Acción Democrática, Alianza Popular, El Bloque Democrático y El Comando de la Resistencia, tienen un objetivo para preservar la victoria de la sociedad democrática: Luchar por las garantías electorales. Esa es la única diferencia. No hay que confiarse. Estamos ante un gobierno inescrupuloso, tramposo, con todas las instituciones secuestradas y el tesoro público nacional a su disposición. No hay nada blindado, hay que blindarse y para eso hay que luchar hasta el 3 de diciembre. No olviden que después de ojo sacado no vale Santa Lucía.

El gobierno está desequilibrado, contra la pared y a la defensiva. Tienen las luces de alarma encendidas. Eso está a la vista. De proactivos, pasaron a reactivos. No hay que confiarse, mucho menos regocijarse. El gobierno posee mucho margen para maniobrar. Nosotros en la oposición, repito, estamos obligados hoy más que nunca a encender las luces de alarma para evitar el fraude. No olvidéis la sabia sentencia del Yogui Berra: El juego no termina hasta que se canta el out 27. La victoria no se concreta hasta que no contemos limpiamente el último voto. Más claro, no canta un gallo.
Ahora que el candidato de la unidad tiene la fuerza del pueblo, llegó la hora de exigir que se cumpla la Ley Electoral, de lo contrario, estamos a merced de la tiranía. Alguien debe mantener las luces de alarma encendidas. En ABP estamos ojo avizor. No olvidéis: El que pestañee pierde. ¿O no?