miércoles, septiembre 23, 2009

A las puertas de la crisis

Quien calla, otorga
Bonifacio VIII (1235-1303)
Papa (1294-1303)

HIPERINFLACIÓN: La que ya llegó a Venezuela. El gobierno aplicó una reconversión monetaria, le quitó 3 ceros a la unidad monetaria y nos ofreció “un bolívar fuerte en una economía fuerte” Ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario. Nuestro signo monetario no aguantó la presión inflacionaria, los precios de los productos de la dieta diaria y servicios básicos volaron a la estratósfera, el bolívar se debilitó y la realidad que vive nuestra economía es hiperinflacionaria. La camarilla militar que nos desgobierna debería visitar los mercados, colocarle el oído al pueblo y seguro percibirán con toda claridad que estamos a las puertas de una pavorosa crisis. Nosotros humildes mortales que sufrimos desde hace mucho tiempo esta dolorosa realidad, no podemos callar y otorgarle un crédito silencioso al descalabro gubernamental en materia económica.

BUROCRATISMO: Una de las perversiones que amenaza toda administración pública. El Che Guevara, uno de los pensadores e ideólogos que inspiran la revolución bolivarista, siempre alertó acerca de esa desviación, depravación y degradación en la cual incurre una burocracia excesiva, paquidérmica, voraz y corrupta. El Presidente Chávez, siempre lo cita textualmente en sus permanentes, rutinarias y fastidiosas chácharas. ¿Y cual es el resultado de sus decisiones en la materia burocrática? Más burocracia parasitaria e ineficiente. Ahora, para conjurar la crisis hiperinflacionaria que tenemos en puertas, sólo se le ocurre ascender los mismos ministros de rango, a la usanza militar y crear una súper cúpula ¿podrida? o cogollito. Más de lo peor y no hay dudas, el que calle esa dolorosa realidad, otorga y después a llorar al valle.

TORTURA: Aseguran los voceros oficiosos del comandante no sufrirán los presos políticos. No hay presos políticos y les garantizan que no los torturarán. ¿Y entonces? El reconocimiento es tácito cuando proclaman hipócritamente: “Esta revolución no tortura los presos políticos” ¿Acaso no es tortura enviar a un joven estudiante a la peligrosa cárcel de la Planta I? ¿No es tortura recluir al Prefecto de Caracas en la peligrosa cárcel de Yare I? ¿Acaso no es tortura acosar e intentar allanar la residencia familiar de Oscar Pérez? ¿Son delincuentes de alta peligrosidad el estudiante Julio Cesar Rivas Castillo, el Prefecto de Caracas Richard Blanco y el miembro de la dirección nacional de ABP Oscar Pérez cuyos únicos delitos son y serán ejercer su derecho constitucional a la protesta cívica, pacífica y democrática? Con esa escalada represiva, la crisis que está en puerta puede avanzar a paso de vencedores. No olviden la sentencia del poeta del pueblo Andrés Eloy Blanco: Lo venezolanos somos levantiscos y retrecheros. Callar esa ola represiva es otorgarle talante democrático al régimen.

AGAZAPADOS: Los diputados y concejales que el pueblo eligió en las pasadas elecciones. No hay luz, agua, la basura nos invade y ellos sordos, ciegos y mudos. ¿Dónde vivirán? ¿A ellos no se les va la luz, les llega el agua y les recogen la basura? ¿Y el pueblo que votó por ellos que se fuña? ¿Cuánto ganan? ¿Por qué no alzan su voz? ¿A quién representan? ¿A que le temen? el pueblo, con esta deplorable experiencia, tiene que afinar bien la puntería a la hora de premiar con su voto a sus próximos legisladores y representantes. Hay que dejar de votar por pasión, hay que votar con la razón. En la zona sur de Anzoátegui estamos huérfanos de representación popular. El año que viene, cuando la crisis que tenemos en puertas reviente, vendrán a solicitar votos para sus respectivas reelecciones ¿Con qué cara? Callar esa triste realidad, sería otorgarles a estos parásitos inútiles cierta confianza que nunca se han ganado.
INCONGRUENCIA: El gobierno nacional rojo rojito, a través de la empresa CORPOELEC, nos pide el sacrificio de soportar hasta 4 horas de racionamientos diarios del fluido eléctrico, más los constantes apagones y las criminales subidas y bajadas de tensión que destruyen los electrodomésticos. En medio de esas limitaciones, las pocas luminarias, que sirven del alumbrado público, permanecen durante el día encendidas ¿Y entonces? ¿Dónde está la negligencia? ¿No es posible que apaguen esas luminarias durante el día y ahorren la energía que nos niegan? ¿Es la mano del imperio que enciende esas luces durante el día? El año que viene, en las elecciones parlamentarias y de concejales, en las urnas electorales el pueblo cobrará con creces tanta incapacidad, corrupción y negligencia. Callar esta triste realidad, sería otorgarles cierta eficiencia a los burócratas que nos desgobiernan.

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