viernes, febrero 06, 2009

El equilibrio emocional del Comandante

El fanático es alguien que no puede
cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema

Sir Winston Churchill (1874-1965)
Político inglés.

No hay un ápice de dudas. Tenemos 10 años con un presidente mediático. Eso no es malo per se. Lo que no parece concebible es que se utilicen los medios de comunicación a discreción, sólo para lo que interesa al partido-gobierno o gobierno partido. Nunca se abordan temas de interés para el colectivo y cuando los manosean, lo hacen superficialmente como el que no quiere la cosa. Empero, cuando se trata de las batallas electorales, la cuestión toca fondo. El mismo comandante lidera las acciones. Evalúa, hace seguimiento, tantea, recomienda, corrige cualquier de detalle y ajusta su maquinaria partidista. La simbiosis partido-gobierno es perfecta e impecable. El soberano y sus angustias, que queda como la guayabera entonces, no tiene opción y dirá NO a la reelección indefinida.

Los recursos del gobierno están al servicio del partido y viceversa. No hay diferencia, divergencia, ni límites en la utilización de todos los resortes del poder para lograr los objetivos electorales. El soberano observa, abre los ojos y aguza los sentidos. No es posible que nuestro presidente, todo el gobierno, su visión, estrategias, tácticas y hasta el último centavo del presupuesto este dedicado a la materia electoral y no se ocupen de los graves problemas que diezman a la población. Estamos ante una inminente crisis y el gobierno la obvia olímpicamente. La escasez de alimentos básicos, la inflación, la inseguridad, el desastre de los servicios de salud, el inmenso déficit habitacional y un sin fin de problemas, no importan al comandante, su obsesión es la permanencia vitalicia en el poder y sálvense quien pueda. El soberano y sus angustias, que queda como la guayabera entonces, no tienen opción y dirá NO a la reelección indefinida.

Hay obsesiones que obnubilan, ciegan y perturban el equilibrio emocional. Es inconcebible que el comandante no se permita unas horas de su valioso tiempo para trabajar con empeño, firmeza y determinación para buscarle solución a los problemas del país y por el contrario, concentre todos sus esfuerzos, bríos y arrestos a su obsesión por perpetuarse en el poder. Es público, notorio y comunicacional que no dedica un mínimo de tiempo a sus responsabilidades como primer servidor público que está obligado a ocuparse en trabajar denodadamente para buscarle solución a los problemas existentes y que con la llegada de la crisis se agravan. Es propicio el momento para que se convoque una cadena y nos expliquen cuales son las acciones del gobierno para mejorar la calidad de vida de todos los venezolanos. El soberano y sus angustias, que quedan como la guayabera entonces, no tienen opción y dirá NO a la reelección indefinida.

Interesante sería ver al comandante convocar cadenas diarias de radio y TV, de 8AM a 12M, frente al país, él y su ministro de interior y justicia nos expliquen todas las acciones que adelanta el gobierno para combatir la delincuencia – común y de cuello rojo – mejorar las cárceles y hacer que la justicia funciones imparcial y diligentemente. Seguidamente llame al ministro de hábitat y vivienda para evaluar de cara al país los planes de inversión para disminuir el grave déficit habitacional, luego a los ministros de salud, educación, trabajo, ambiente, energía y minas, de hacienda y así sucesivamente todo ese largo tren ministerial para que la gente sienta que hay un gobierno preocupado, ocupado y trabajando por el país. La mujer del Cesar, no sólo debe ser honesta debe parecerlo. El soberano y sus angustias, que quedan como la guayabera entonces, no tienen opción y dirá NO a la reelección indefinida.

En la tarde que haga lo propio con sus partidarios, evalúe sus comandos de campaña, batallones, patrulleros y toda la parafernalia electoral. Eso, al menos, emparejaría las preocupaciones, ansiedades, angustias y nos permitiría conocer, saber y constatar que el comandante está equilibrado emocionalmente, balanceada sus obsesiones entre la solución de los problemas del país y su desesperación por perpetuarse en el poder. Eso nunca lo veremos, por eso, el soberano y sus angustias, que quedan por como la guayabera entonces, no tiene opción y dirá NO a la reelección indefinida.

Sólo los fanáticos por el tema electoral, los que enferman de poder, se obsesionan y viven por conservarlo de por vida, no cambian de tema, se desequilibran emocionalmente y obvian las responsabilidades para lo cual fueron electos, incluso, se les ocurre pensar que el país se desvive por ellos. Este 15F en el referéndum, el soberano y sus angustias, que están como la guayabera entonces, dirá NO a la reelección indefinida. El comandante, no hay un ápice de dudas, estará obligado a equilibrase emocionalmente y ponerse a trabajar por Venezuela los 4 años que le quedan en el poder. No tiene otra opción.

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