viernes, diciembre 21, 2007

Algunos premios del año

"Vencer sin peligro es
ganar sin gloria
"
Séneca Anneo (3 a.C.- 65 d.C.)
Filósofo latino.

EL PUEBLO: No hay un ápice de dudas. El pueblo venezolano se llevó todos los laureles el año que culmina. El 2 de diciembre ratificó de manera cívica, pacifica y mediante el arma legal del voto, su profunda convicción democrática y derrotó las pretensiones del gobierno de perpetuarse para toda la vida en el poder e imponernos “por voluntad propia” y mediante el voto un régimen comunista. Es una lección para la historia.

CORRUPCIÓN: En ese renglón el gobierno local aseguró todos los laureles. El robo descarado de los dineros del pueblo fue patentizado con la aparición de una gran cantidad de cheques cuyos fondos provienen del más aberrante, desvergonzado e inmoral saqueo de que tenga memoria la historia municipal del país. Nunca antes, en ningún municipio, se habían concertado con tanta inescrupulosidad gobierno local, contratistas y un aparato mediático para atracar a un pueblo. Lo que esta a la vista no necesita anteojos.

CARIBES: El equipo de béisbol profesional de Anzoátegui protagoniza la mejor campaña de su corta historia. Los fanáticos tenemos la firme esperanza de que el año que viene en los play off coronará con éxitos está maravillosa temporada y pueda obtener el primer campeonato de nuestro deporte rey. La pelota es redonda y viene en caja cuadrada, todo es posible, pero hay razones de sobra para ser optimistas. En el 2008 Caribes de Anzoátegui ¡Campeón! Merecemos ese titulo.

CARRETERA: El Tigre – Soledad que se convirtió en la guillotina de oriente. No hay vía en Venezuela que tenga tantas troneras. Los conductores tienen que ingeniárselas para sortear con éxito el obligado transito por sus quehaceres cotidianos y los turistas se las ven feas cuando viajan en dirección norte-sur o viceversa. Los gobiernos regional y nacional están obligados a meterle el pecho a esa importante arteria vial. El deplorable estado que presenta no tiene parangón. El que tenga necesidad de utilizarla que viaje y se convenza por su propia vista y experiencia. Lo que está a la vista no necesita anteojos.

INSEGURIDAD: Continúa siendo el problema más álgido que vivimos los venezolanos. La situación es global. No hay lugar ni sitio seguro. Es urgente concertar una política preventiva, educativa y represiva para minimizar ese delicado flagelo que mantiene en jaque a toda la población. Las calles y lugares públicos son de los delincuentes y el encierro de la gente decente es total. Venezuela convertida en una cárcel y los llamados a resolver el asunto pareciera que no tienen ojos para ver y oídos para oír el clamor de las grandes mayorías.

En otros renglones más terrenales el mecate de oro, el cheque de la corrupción y el concejal más corrupto del país se concentraron en la orbita oficial. Los tres tienen nombres y apellidos bien conocidos en el mundo delincuencial de la radio/televisión. Este año perdieron la careta y mostraron la cara sin impudicia de ningún tipo. No se asusten compañeros déjenlos que yo los atajo. Corrimos todos los peligros posibles, pero al final de este año la verdad salió a relucir en todo su esplendor. Los pillos mediáticos están al descampado.
No importa que la justicia venezolana les premie con la impunidad, el inapelable tribunal de la opinión pública dictó sentencia. Hasta sus entornos más cercanos tienen la convicción íntima que son delincuentes de cuello blanco que se esconden detrás de un micrófono y las cámaras de televisión para intentar maquillar el pillaje, la extorsión y el chantaje. Échenle ganas que no les temimos, no les tememos y ahora que están desprestigiados menos evadiremos el combate. Aquí, gracias a Dios, nos conocemos todos. ¡Feliz navidad!

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