jueves, noviembre 22, 2007

La justificación del fracaso

Después de un fracaso, los planes
mejor elaborados parecen absurdos

Fedor Dostoievski (1821.1881)
Escritor ruso.



“A mi no me ayudan”, arguye el Rey Maula para justificar el fracaso de su gestión municipal. Van 3 años y no hay razón para que la ciudad esté peor que cuando inició su gestión un cleptómano que según sus palabras, hacía posible lo imposible e iba diciendo y haciendo. A la par y para que hiciera buena sus ofertas, las arcas municipales recibieron millardos por concepto de Situado Constitucional, retenciones petroleras, LAE, FIDES, impuestos municipales, tasas, multas, venta de ejidos e ingresos extraordinarios por concepto del aumento desmedido de los precios del petróleo. La botija llena, pues.

Todos los recursos para que, un gobierno medianamente decente y eficiente, convirtiera a la ciudad en el paraíso soñado. No sucedió como la gente esperaba y hoy, cuando el tiempo se le acaba, vemos a nuestro flamante Rey Maula intentando justificar lo injustificable. “A mi no me ayudan” El gobierno nacional, desde mucho antes de que accediera este corrupto de siete suelas al gobierno local, envía todos los recursos ordinarios y extraordinarios, sin la alcabala de las gobernaciones y entes descentralizados. Cada gobierno local, entonces debe asumir su responsabilidad. No valen lloriqueos apelando al “a mi no me toca” y mucho menos “a mi no me ayudan”.Ya es muy tarde, devuelvan lo que se han robado.

Hay que hablar con la verdad. La esperanza de los vecinos se fue por la cloaca de la corrupción. El Rey Maula, desde que accedió al poder, se entregó a don bombillo y su camarilla mediática. Sustituyó las organizaciones políticas que le bregaron los votos para que triunfará por la orbita oficial y los entornos íntimos. La olla putrefacta de la corrupción estalló y todo lo que la gente, sospechaba, resultó cierto. No había, no hay, ni habrá dinero para solucionar los problemas de la comunidad por una sencilla razón. Los inmensos recursos que llegaron al tesoro municipal se los robaron de una manera feroz y vulgar. En los cheques, salió la punta de iceberg.

La olla pútrida está a la vista de todo el mundo. La Contraloría concluyó que se robaron los dineros del proyecto endógeno de los pollitos bebé, que lo de los bolsos escolares, la pintura, los asfaltados y cuanto maquillaje adelantan en la ciudad, lleva el sello indeleble de la corrupción. No cancelan a los contratistas y cuando les ofrecen pagarle, los extorsionan, los chantajean, les quitan cheques con montó y firma, para luego ponerlos a nombre de sus amantes y esposas, exponiéndolas al escarnio público. Nunca tuvieron, ni tienen concepto de familia. Vox populi, vox dei.

Al Rey Maula, no le luce el papel de víctima, tiene que asumir el fracaso y la corrupción de su gestión. La alianza con un delincuente consumado como don bombillo preveía esos resultados. Todo esa parafernalia mediática que montó ese chantajista y extorsionador es producto de sus andanzas delincuenciales y que el vendía con una fachada de honorabilidad. Nada hay oculto bajo el sol y sobre la tierra. La alianza del Rey Maula y don bombillo, dejaron a los sectores populares de la ciudad sin la solución de sus problemas prioritarios y llenaron el bolsillo de este par de corruptos confesos. Las pruebas huelgan.
Ay, “a mi no me ayudan, yo tengo planes para convertir a la ciudad en una tacita de oro” ¿Esa es la justificación del fracaso? Tarde piaste pajarito. Continúen haciendo el ridículo y robando. Los planes con lo que hace 3 años engañaron a los electores, ahora en la boca del Rey Maula, resultan absurdos.

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