“A mí no me toca”

“La confianza en sí mismo
es el secreto del éxito”
Ralph Waldo Emerson (1803-1882)
Ensayista y poeta estadounidense.

Los resultados están a la vista. La ciudad está colapsada por los cuatro puntos cardinales. La electricidad es una calamidad. En la zona central los apagones son constantes e intermitentes dejando una estela de problemas, dificultades, inconvenientes colaterales y pérdidas millonarias. En los sectores populares la situación es peor, la falla es permanente, la gente vive en las tinieblas por largas temporadas, pierden los alimentos y las privaciones son inconmensurables. Es el triste corolario de estos 4 años de gobierno local que se defiende, ante su monumental fracaso, con el irresponsable latiguillo del “A mí no me toca”

En materia de agua el escenario es igual. Al fallar la electricidad, el agua desaparece de las tuberías, como por arte de magia. Cuando cae una pequeña lluvia no hay drenajes para canalizar la carga pluviométrica trayendo como consecuencia que calles y avenidas se conviertan literalmente en ríos que ponen en peligro la vida de los conductores y acompañantes que se aventuran a atravesarlos. En cuestión de aguas negras, ni hablar, existen sitios de la ciudad que viven en medio de las aguas putrefactas con la consecuencial ola de todo tipo de alimañas con la cuales tienen inevitablemente que cohabitar porque el Aseo Urbano Domiciliario también desapareció y la basura contribuye a acrecentar la desgracia. Otro triste corolario de estos 4 años de gobierno local que se defiende, ante su monumental fracaso, con el irresponsable latiguillo del “A mí no me toca”

En la seguridad ciudadana, los resultados son macabros y el desastre es alarmante. Atracos, robos, hurtos, violaciones y violencia generalizada, muertes a granel, asesinatos de altos funcionarios, periodistas, obreros, jóvenes y vecinos en nombre de una lucha contra la delincuencia quedando todo bajo un manto de misterio, sospecha e impunidad general y para rematar el escandaloso fiasco, todos los meses cambian al jefe de la policía, lo que desmonta obviamente, cualquier método, plan operacional, estrategia o táctica a corto, mediano o largo plazo. Es otro triste corolario de estos 4 años de gobierno local, que se defiende, ante su monumental fracaso, con el irresponsable latiguillo del “A mí no me toca”

Otro servicio público que por inexistente, no deja de preocupar a la comunidad, el gas directo que tanto anhelamos. Residencial, comercial e industrial. La omisión del gerente político que nos desgobierna, ha privado a los vecinos de contar con ese valioso, económico y limpio combustible, que acabaría, con las penurias que viven los habitantes de densos sectores de la comunidad para obtener una bombona de gas. Es una deuda social que tiene la industria petrolera con la colectividad que si no se diligencia, se lucha con fuerza, ímpetu y responsabilidad, nunca nos cancelaran. Es otro triste corolario de estos 4 años de gobierno local, que se defiende, ante su monumental fracaso, con el irresponsable latiguillo del “A mí no me toca”

Los que fracasaron en el pasado no deben volver, pero los que fracasan en el presente con el aluvión de recursos económicos que han “administrado” también deben ser execrados. La gente está cansada de tanta desidia, indolencia, corrupción e incompetencia. Es hora de cambiar por un gobierno decente, eficiente, diligente, comprometido con la solución de los problemas de la comunidad, eliminando de su vocabulario el “A mí no me toca”, y que asuma que sí le toca para responder con hechos concretos. Esa es la verdadera batalla de la ciudad que estamos dispuestos a afrontar con éxito.

Tenemos confianza en ganar, esa batalla y lo vamos a lograr. Lo demás son fuegos artificiales para la galería.