“El hombre que se levanta es aún más grande que el que no ha caído”
Concepción Arenal (1820 – 1893)
Pensadora española.
Concepción Arenal (1820 – 1893)
Pensadora española.
El término proviene del liderazgo surgido al calor de los medios. En las pantallas de TV. En ese escenario han florecido muchos líderes en el estamento político de Venezuela. A los pocos días lucen marchitados, pierden el encanto y pasan a formar parte del montón. Flor de un día. Los líderes que se forman al fragor de la lucha, el estudio, la formación, la disciplina, que poseen vocación de servicio innato y capacidad para la entrega al servicio público, perduran en el tiempo. La gente los ve, aprecia, respeta como los verdaderos líderes y echa mano de ellos en los momentos cruciales de los pueblos. Los ejemplos huelgan. Hay que leer la historia.
En estos años del chavismo en el poder, hemos visto muchas estrellas fugaces perderse en el firmamento. Los ejemplos también huelgan. La gente los recuerda. A unos con cariño, a otros con nostalgia, a los menos como estafas políticas. En este largo tiempo chavista, en ese escenario violento, en medio de esa turbulencia política, los verdaderos líderes que han demostrado condiciones innatas, formación democrática, vocación de servicio, equilibrio emocional, valentía, coraje y sobre todas las cosas férrea voluntad para estar a la altura de la circunstancia, han perdurado y se mantienen en la cresta de la ola. No han caído. No han sido, ni son flor de un día. Hay que observar bien el panorama.
La lucha política se hace con pasión, pero siempre pendiente de actuar con la razón. Un ejemplo de estos líderes constantes, con formación y coraje, ha sido el Dr. Antonio Ledezma. En todos los escenarios de la lucha democrática ha estado y está presente. El chavismo lo ha inhabilitado, ha intentado desprestigiarlo, le ha montado todas las celadas posibles para sacarlo del juego y les ha resultado imposible. No ha caído y se mantiene erguido. El líder político, el pequeño gladiador, el hombre de fuste, siempre les ha sobrevivido y vencido. En las últimas elecciones, derrotó en varias ocasiones al chavismo, en el propio corazón político de Venezuela. En el área metropolitana de Caracas. Nada mediático. Los hechos son concretos. Es el líder que se levanta cada día más. Nadie lo pone en dudas.
En este momento aciago que vive el país, Antonio Ledezma, surge de nuevo como el hombre para la circunstancia. Lo dice y lo repite. Tarjeta única. Un solo período. Un proyecto de país concertado. Gobierno de concentración nacional y una política unitaria e incluyente a todos los niveles. No es un falso Mesías. Es un líder de carne y hueso, preparado para asumir un período de transición bien difícil, pero superable y seguro de que con su carácter, formación, experiencia, sabiduría, valentía, coraje y condiciones personales excepcionales, enderezará el rumbo del país y logrará estabilizarlo política, económica y socialmente. Una tarea ciclópea para la cual está formado y preparado. Voluntad política, equilibrio emocional y conocimiento de causa le sobran. Es un líder probado. El hombre para la circunstancia.
Hay que tener cuidado con los líderes mediáticos. La mediocracia puede resultar mediocridad y nos puede conducir por caminos indeseados. Ledezma conoce a Venezuela y Venezuela conoce a Ledezma. Pompeyo Márquez, dixit. Oigamos la voz de la experiencia. Es una reflexión a tiempo.
En estos años del chavismo en el poder, hemos visto muchas estrellas fugaces perderse en el firmamento. Los ejemplos también huelgan. La gente los recuerda. A unos con cariño, a otros con nostalgia, a los menos como estafas políticas. En este largo tiempo chavista, en ese escenario violento, en medio de esa turbulencia política, los verdaderos líderes que han demostrado condiciones innatas, formación democrática, vocación de servicio, equilibrio emocional, valentía, coraje y sobre todas las cosas férrea voluntad para estar a la altura de la circunstancia, han perdurado y se mantienen en la cresta de la ola. No han caído. No han sido, ni son flor de un día. Hay que observar bien el panorama.
La lucha política se hace con pasión, pero siempre pendiente de actuar con la razón. Un ejemplo de estos líderes constantes, con formación y coraje, ha sido el Dr. Antonio Ledezma. En todos los escenarios de la lucha democrática ha estado y está presente. El chavismo lo ha inhabilitado, ha intentado desprestigiarlo, le ha montado todas las celadas posibles para sacarlo del juego y les ha resultado imposible. No ha caído y se mantiene erguido. El líder político, el pequeño gladiador, el hombre de fuste, siempre les ha sobrevivido y vencido. En las últimas elecciones, derrotó en varias ocasiones al chavismo, en el propio corazón político de Venezuela. En el área metropolitana de Caracas. Nada mediático. Los hechos son concretos. Es el líder que se levanta cada día más. Nadie lo pone en dudas.
En este momento aciago que vive el país, Antonio Ledezma, surge de nuevo como el hombre para la circunstancia. Lo dice y lo repite. Tarjeta única. Un solo período. Un proyecto de país concertado. Gobierno de concentración nacional y una política unitaria e incluyente a todos los niveles. No es un falso Mesías. Es un líder de carne y hueso, preparado para asumir un período de transición bien difícil, pero superable y seguro de que con su carácter, formación, experiencia, sabiduría, valentía, coraje y condiciones personales excepcionales, enderezará el rumbo del país y logrará estabilizarlo política, económica y socialmente. Una tarea ciclópea para la cual está formado y preparado. Voluntad política, equilibrio emocional y conocimiento de causa le sobran. Es un líder probado. El hombre para la circunstancia.
Hay que tener cuidado con los líderes mediáticos. La mediocracia puede resultar mediocridad y nos puede conducir por caminos indeseados. Ledezma conoce a Venezuela y Venezuela conoce a Ledezma. Pompeyo Márquez, dixit. Oigamos la voz de la experiencia. Es una reflexión a tiempo.
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