“Los hechos no dejan de existir
sólo porque sean ignorados”
Thomas Henry Huxley (1825-1895)
Biólogo inglés.
sólo porque sean ignorados”
Thomas Henry Huxley (1825-1895)
Biólogo inglés.
CÍCLICO: el chascarrillo al que apelan algunos alcaldes de la conurbación Tigre-Tigrito fugazmente buscando tender una cortina de humo que les permita ocultar el estruendoso fracaso de sus administraciones. En la actualidad la situación cobra ribetes de insólita ridiculez. “somos un sólo gobierno” “la zona sur es roja rojita” “somos gobiernos revolucionarios” “poseemos un sólo líder” ¿Y entonces? ¿Por qué pelean? Pónganse a trabajar. En un añito, este par de alcaldes, pasaron de lo sublime a lo ridículo. Hasta los pocos chavistas hacen mofa de ambos alcaldes. Es una lástima, pero hay que reconocerlo con dolor. Los vecinos de los municipios Simón Rodríguez y Guanipa, no tenemos suerte. Salimos de Guatemala para entrar en Guatepeor. La ridiculez elevada a la máxima expresión.
MONSTRUOSA: la represión, inhumana y violadora de los más elementales derechos humanos, la que aplica el régimen contra la disidencia democrática. “Échenle gas del bueno”, brama el líder del proceso de destrucción nacional. Los ciudadanos, no se han amilanado, no se amilanan, ni se amilanarán aunque endurezcan la política represiva. El caso de Richard Blanco es emblemático. Es el Presidente de la organización política, que le dio una paliza, en las elecciones del 23N, al “Mejor candidato” del PSUV en la gran Caracas, se le plantó valiente y patrióticamente en la Morgue de Caracas e hizo un llamado al Presidente Chávez para invitarlo a trabajar unidos para solucionar el grave problema de la inseguridad y el colapso de ese depósito de cadáveres. ¿La respuesta? Lo secuestraron y depositaron en una de las tenebrosas ergástulas del régimen por cometer el “delito” de salvarle la vida a un esbirro que el régimen había infiltrado en una marcha pacífica de la sociedad democrática. Una prueba irrefutable del carácter represivo del régimen militarista que nos desgobierna.
UNIDAD: por la que claman los venezolanos a las fuerzas democráticas organizadas. Es una responsabilidad ineludible la cual hay que asumir sin ambages. Ahora bien, la imperiosa y obligatoria necesidad de la ansiada unidad, no puede ser aprovechada por pillos, corruptos, violadores de derechos humanos e intolerantes congénitos para presionar su inclusión como candidatos en los circuitos o en puestos salidores en las planchas. La gente quiere y aspira una unidad ética, dónde se postulen a los mejores hombres y mujeres a los cuales adornen limpios curriculums como líderes sociales y funcionarios públicos de comprobada e intachable moral administrativa. Obviamente, también una probada convicción democrática y además, comprometidos con la gente que aspiren representar. Los que posean prontuarios, deben abstenerse ya que, en cualquier momento el brazo largo de la justicia puede alcanzarlos lo que puede crear conflictos y vacíos innecesarios e indeseables que pongan en peligro la victoria. Aquí, gracias a Dios, nos conocemos todos.
SUGERENCIA: hay que revisar la decisión que tomaron las autoridades de transito municipal con relación al flechado de la plaza Bolívar. La doble vía puede operar perfectamente hasta la esquina del antiguo cine Plaza. La cuadra que va de la primera a la segunda calle debe permanecer en un solo sentido, es decir de este a oeste ya que, incluso, los que diseñaron los estacionamientos de la plaza, lo hicieron en esa dirección. No criticamos, la decisión porque estamos seguros de que, estuvo animada de la mejor intención, empero, la experiencia ha demostrado su inviabilidad porque las trancas son permanentes y los vehículos enredados en el flechado crea protestas, molestias e irritaciones de conductores que poseen muy poca capacidad de tolerancia y conductas proclives a la violencia. Las autoridades municipales tienen la palabra. Errar es de humano y rectificar es de sabio.
MORDAZA: la que intenta aplicar a la libertad de expresión, el régimen en su afán represivo. Le quitaron la señal abierta a RCTV, cerraron más de 30 emisoras de radio en toda la geografía nacional por el sólo hecho de mantener una línea independiente y crítica frente a las políticas desastrosas del gobierno. En el interior del país, casi todas las frecuencias de radio, TV y medios escritos están en manos del régimen porque los ha comprado o controlado valiéndose del gigantesco presupuesto que manejan a discreción para asignar la publicidad oficial – son muy pocos los valientes que le sobreviven – y, ahora, para coronar la escena, le aplican leguleyerías de baja ralea, a las televisoras por cable para terminar de liquidar a RCTV. No hay dudas de que, cerrando los espacios críticos el régimen militarista nos pretende obligar a ver, leer y decir lo que ellos quieren y hasta amenazan con meterse con la red de Internet. Esa mordaza dictatorial, más que ayudar a Chávez, lo termina de hundir en la opinión pública. Los terribles hechos son tercos y aunque el gobierno intente ocultarlos, la realidad que vivimos los mantiene latentes. Un, dos, tres. Tá ponchao. El miedo es libre.
MONSTRUOSA: la represión, inhumana y violadora de los más elementales derechos humanos, la que aplica el régimen contra la disidencia democrática. “Échenle gas del bueno”, brama el líder del proceso de destrucción nacional. Los ciudadanos, no se han amilanado, no se amilanan, ni se amilanarán aunque endurezcan la política represiva. El caso de Richard Blanco es emblemático. Es el Presidente de la organización política, que le dio una paliza, en las elecciones del 23N, al “Mejor candidato” del PSUV en la gran Caracas, se le plantó valiente y patrióticamente en la Morgue de Caracas e hizo un llamado al Presidente Chávez para invitarlo a trabajar unidos para solucionar el grave problema de la inseguridad y el colapso de ese depósito de cadáveres. ¿La respuesta? Lo secuestraron y depositaron en una de las tenebrosas ergástulas del régimen por cometer el “delito” de salvarle la vida a un esbirro que el régimen había infiltrado en una marcha pacífica de la sociedad democrática. Una prueba irrefutable del carácter represivo del régimen militarista que nos desgobierna.
UNIDAD: por la que claman los venezolanos a las fuerzas democráticas organizadas. Es una responsabilidad ineludible la cual hay que asumir sin ambages. Ahora bien, la imperiosa y obligatoria necesidad de la ansiada unidad, no puede ser aprovechada por pillos, corruptos, violadores de derechos humanos e intolerantes congénitos para presionar su inclusión como candidatos en los circuitos o en puestos salidores en las planchas. La gente quiere y aspira una unidad ética, dónde se postulen a los mejores hombres y mujeres a los cuales adornen limpios curriculums como líderes sociales y funcionarios públicos de comprobada e intachable moral administrativa. Obviamente, también una probada convicción democrática y además, comprometidos con la gente que aspiren representar. Los que posean prontuarios, deben abstenerse ya que, en cualquier momento el brazo largo de la justicia puede alcanzarlos lo que puede crear conflictos y vacíos innecesarios e indeseables que pongan en peligro la victoria. Aquí, gracias a Dios, nos conocemos todos.
SUGERENCIA: hay que revisar la decisión que tomaron las autoridades de transito municipal con relación al flechado de la plaza Bolívar. La doble vía puede operar perfectamente hasta la esquina del antiguo cine Plaza. La cuadra que va de la primera a la segunda calle debe permanecer en un solo sentido, es decir de este a oeste ya que, incluso, los que diseñaron los estacionamientos de la plaza, lo hicieron en esa dirección. No criticamos, la decisión porque estamos seguros de que, estuvo animada de la mejor intención, empero, la experiencia ha demostrado su inviabilidad porque las trancas son permanentes y los vehículos enredados en el flechado crea protestas, molestias e irritaciones de conductores que poseen muy poca capacidad de tolerancia y conductas proclives a la violencia. Las autoridades municipales tienen la palabra. Errar es de humano y rectificar es de sabio.
MORDAZA: la que intenta aplicar a la libertad de expresión, el régimen en su afán represivo. Le quitaron la señal abierta a RCTV, cerraron más de 30 emisoras de radio en toda la geografía nacional por el sólo hecho de mantener una línea independiente y crítica frente a las políticas desastrosas del gobierno. En el interior del país, casi todas las frecuencias de radio, TV y medios escritos están en manos del régimen porque los ha comprado o controlado valiéndose del gigantesco presupuesto que manejan a discreción para asignar la publicidad oficial – son muy pocos los valientes que le sobreviven – y, ahora, para coronar la escena, le aplican leguleyerías de baja ralea, a las televisoras por cable para terminar de liquidar a RCTV. No hay dudas de que, cerrando los espacios críticos el régimen militarista nos pretende obligar a ver, leer y decir lo que ellos quieren y hasta amenazan con meterse con la red de Internet. Esa mordaza dictatorial, más que ayudar a Chávez, lo termina de hundir en la opinión pública. Los terribles hechos son tercos y aunque el gobierno intente ocultarlos, la realidad que vivimos los mantiene latentes. Un, dos, tres. Tá ponchao. El miedo es libre.
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