“Los problemas son oportunidades
para demostrar lo que se sabe”
Arthur Wellesley, Duque de Wellington (1769-1852)
Militar y politico británico
La publicidad oficial, piadosamente, nos pretende hacer creer que el Presidente de la república no desconoce la crisis hospitalaria, que nunca se ha enterado que las parturientas venezolanas tienen que dar a luz en las aceras, que el agua tienen que subirla en tobos a los pisos de la maternidad Concepción Palacios, que existen cerca de 300 niños de la patria esperando por una intervención quirúrgica urgente, que el hospital materno infantil de Vargas muere de mengua y que nunca le han dicho que los muertos por efectos de la violencia y la delincuencia desatada se descomponen en las calles porque no hay una furgoneta para recogerlos y cuando los recogen no tienen sitios en las morgues. El único que está ajeno a esa dolorosa realidad es nada más y nada menos quien el pueblo eligió para resolver esos problemas. No hay dudas que de ser cierto, es el responsable por acción o por omisión que es imperdonable, execrable e infame
Llama la atención que nuestro Presidente, el Presidente de todos los venezolanos, se entere que se necesita un hospital en Uruguay, lo mande a construir, dotar y pronto tendrá que viajar a inaugurarlo. Es llamativo que nuestro Presidente, el presidente de todos los venezolanos, no tenga información que los hospitales nacionales requieran de ambulancias y solícitamente atienda la demanda de esas unidades salvadoras de vidas que necesitaban urgentemente en Bolivia y les regale, con nuestro dinero, 170 perfectamente dotadas y con tecnología de punta. O sea está enterado de los problemas allende los mares y no conoce su propia realidad. No hay dudas que de ser cierto, es responsable por acción o por omisión que es imperdonable, execrable e infame.
No se puede creer que nuestro Presidente desconozca que todos los Presidentes de su repudiada cuarta república, que gobernaron apenas 5 añitos – Chávez tiene cerca de 11 años – todos, sin excepción, lo superan con creces en construcción de viviendas. Es imposible creer que no este enterado que su política de viviendas es un fracaso tan inmenso como las llanuras de Apure dónde monta a caballo, recuerda épicas gloriosas de las cuales está a años luz y entona cantos criollos desentonados, deformando nuestro excelso folklore. Show de mal gusto ostentoso y ridículo que monta, quizá para olvidar el guayabo que le produce semejante y brutal fracaso gubernamental. De ser cierto que desconoce esa verdad, es responsable por acción o por omisión que es imperdonable, execrable e infame.
En materia de vialidad, la cuestión se torna aun más grave. El presidente no está enterado de la desastrosa situación de nuestras carreteras, autopistas y vialidad rural. Eso puede ser verdad a medias, porque uno entiende que el Presidente viaja permanentemente por aire, pero lo que no es comprensible es que esté sensibilizado con las carencias viales de otros países y no se preocupe por los nuestros. V.gr., la reparación, asfaltado de carreteras y autopistas en Nicaragua, Cuba, Bolivia e islas caribeñas. El gasto que hace en esos países nos permite inferir que de ser cierto que desconoce nuestra realidad en materia vial, es responsable por acción o por omisión que es imperdonable, execrable e infame.
Esas y otras responsabilidades en materia de servicios públicos como agua, gas domestico, electricidad y seguridad para mencionar los problemas que nos afectan más de cerca y de los cuales, a pesar de su afán centralizador, pareciera ignorarlos, lo califican como el Presidente más irresponsable de la historia patria y, de ser verdad, que no lo sabe, peor porque su responsabilidad sería elevada a enésima potencia por acción o por omisión, que es imperdonable, execrable e infame.
Llama la atención que nuestro Presidente, el Presidente de todos los venezolanos, se entere que se necesita un hospital en Uruguay, lo mande a construir, dotar y pronto tendrá que viajar a inaugurarlo. Es llamativo que nuestro Presidente, el presidente de todos los venezolanos, no tenga información que los hospitales nacionales requieran de ambulancias y solícitamente atienda la demanda de esas unidades salvadoras de vidas que necesitaban urgentemente en Bolivia y les regale, con nuestro dinero, 170 perfectamente dotadas y con tecnología de punta. O sea está enterado de los problemas allende los mares y no conoce su propia realidad. No hay dudas que de ser cierto, es responsable por acción o por omisión que es imperdonable, execrable e infame.
No se puede creer que nuestro Presidente desconozca que todos los Presidentes de su repudiada cuarta república, que gobernaron apenas 5 añitos – Chávez tiene cerca de 11 años – todos, sin excepción, lo superan con creces en construcción de viviendas. Es imposible creer que no este enterado que su política de viviendas es un fracaso tan inmenso como las llanuras de Apure dónde monta a caballo, recuerda épicas gloriosas de las cuales está a años luz y entona cantos criollos desentonados, deformando nuestro excelso folklore. Show de mal gusto ostentoso y ridículo que monta, quizá para olvidar el guayabo que le produce semejante y brutal fracaso gubernamental. De ser cierto que desconoce esa verdad, es responsable por acción o por omisión que es imperdonable, execrable e infame.
En materia de vialidad, la cuestión se torna aun más grave. El presidente no está enterado de la desastrosa situación de nuestras carreteras, autopistas y vialidad rural. Eso puede ser verdad a medias, porque uno entiende que el Presidente viaja permanentemente por aire, pero lo que no es comprensible es que esté sensibilizado con las carencias viales de otros países y no se preocupe por los nuestros. V.gr., la reparación, asfaltado de carreteras y autopistas en Nicaragua, Cuba, Bolivia e islas caribeñas. El gasto que hace en esos países nos permite inferir que de ser cierto que desconoce nuestra realidad en materia vial, es responsable por acción o por omisión que es imperdonable, execrable e infame.
Esas y otras responsabilidades en materia de servicios públicos como agua, gas domestico, electricidad y seguridad para mencionar los problemas que nos afectan más de cerca y de los cuales, a pesar de su afán centralizador, pareciera ignorarlos, lo califican como el Presidente más irresponsable de la historia patria y, de ser verdad, que no lo sabe, peor porque su responsabilidad sería elevada a enésima potencia por acción o por omisión, que es imperdonable, execrable e infame.
En las elecciones del 2012, pasando por las parlamentarias del 2010, el pueblo a la hora de depositar su voto, reflexionará muy bien acerca de la oportunidad que le dio a Chávez y su camarilla militar para que demostraran que sabían de los problemas y les buscaran soluciones. Por ahora, el fracaso es de tronío. Perdón, se fue la luz ¿En Cuba? ¡No! aquí en El Tigre.
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