“La historia se repite. Ese es uno
de los errores de la historia”
Charles Darwin (1809-1882)
Naturalista Británico.
Después del 15F el gobierno aceleró la marcha hacía el capitalismo de estado y el autoritarismo. Lo que queda del aparato productivo lo estatiza, compra o sencillamente lo quiebra. La libertad de expresión está de nuevo seriamente amenazada. La propiedad privada está herida de muerte. La descentralización está en proceso de liquidación. La educación está ideologizada. La nueva ley electoral legaliza el fraude y el abuso para favorecer el régimen. Las elecciones sindicales arbitrariamente son suspendidas y como colofón le rebajan el presupuesto a las universidades. Hechos y realidades para que la sociedad democrática encienda las alarmas.
Olvídense de revolución. Lo que realmente existe es un vulgar apoderamiento del país por una élite, que por su público, notorio y bárbaro enriquecimiento es conocida como la boliburguesía. Las migajas que le llegan al soberano están cada día más decadentes. Los barrio adentro están en más de un 80% cerrados, los mercal, mercalitos, pdval y pdvalitos abren eventualmente para distribuir – inmensas colas de por medio – una reducida cantidad de rubros y productos de la dieta diaria y las misiones están cerrando cursos y eliminando carreras por falta de dinero para pagar nóminas y recursos didácticos. Hechos y realidades que ya hacen que los mismos chavistas enciendan las alarmas.
Olvídense de socialismo. Vamos vía a un capitalismo de estado, autoritario y sin posibilidades de alternancia en el poder. El culto exacerbado a la personalidad monocrática de Chávez, los enrosques y reciclajes permanentes de los mismos actores en los ministerios, empresas del estado y cuanto cargo de importancia exista en el organigrama oficial, no vislumbran ninguna apertura. El que disienta va preso por corrupto, el que mantenga fidelidad perruna puede corromper, corromperse y enriquecerse a manos llenas, goza de la solidaridad automática del líder del proceso, la complicidad silenciosa de los organismos contralores y la ceguera total de la justicia revolucionaria. Hechos y realidades que ya hacen que chavistas y no chavistas enciendan las alarmas.
Fujimori era muy popular, ganó elecciones, cerró canales, disolvió el parlamento, controló todos los poderes, realizaba elecciones con ventajismo, las ganaba todas, reprimió a la oposición, acusó de corrupción, persiguió e hizo exiliar a su principal contendor Alan García y un buen día no soportó la presión popular, viajó Japón, desde allá renunció a la presidencia, regresó por Chile, fue deportado a Perú, lo sometieron a un juicio imparcial y pasará un buen tiempo tras las rejas. El equipo de gobierno, al visualizar algunas similitudes con el proceso venezolano, deben alertar a su jefe que pareciera enceguecido y ensoberbecido por el poder. Estos hechos y realidades deben hacer que el entorno íntimo, los miembros del PSUV y los dirigentes de sus partidos aliados enciendan las alarmas.
Las alarmas de la sociedad democrática están encendidas y la obligan a salir pacifica, cívica y patrióticamente levantar su más enérgica protesta ante tanto abuso de poder. “La primera de todas las fuerzas es la opinión pública” dijo Bolívar y está demostrado que un pueblo en la calle reclamando sus derechos, no hay tanquetas, peinilla, gases lacrimógenos, ni plomo que lo detenga.
Olvídense de revolución. Lo que realmente existe es un vulgar apoderamiento del país por una élite, que por su público, notorio y bárbaro enriquecimiento es conocida como la boliburguesía. Las migajas que le llegan al soberano están cada día más decadentes. Los barrio adentro están en más de un 80% cerrados, los mercal, mercalitos, pdval y pdvalitos abren eventualmente para distribuir – inmensas colas de por medio – una reducida cantidad de rubros y productos de la dieta diaria y las misiones están cerrando cursos y eliminando carreras por falta de dinero para pagar nóminas y recursos didácticos. Hechos y realidades que ya hacen que los mismos chavistas enciendan las alarmas.
Olvídense de socialismo. Vamos vía a un capitalismo de estado, autoritario y sin posibilidades de alternancia en el poder. El culto exacerbado a la personalidad monocrática de Chávez, los enrosques y reciclajes permanentes de los mismos actores en los ministerios, empresas del estado y cuanto cargo de importancia exista en el organigrama oficial, no vislumbran ninguna apertura. El que disienta va preso por corrupto, el que mantenga fidelidad perruna puede corromper, corromperse y enriquecerse a manos llenas, goza de la solidaridad automática del líder del proceso, la complicidad silenciosa de los organismos contralores y la ceguera total de la justicia revolucionaria. Hechos y realidades que ya hacen que chavistas y no chavistas enciendan las alarmas.
Fujimori era muy popular, ganó elecciones, cerró canales, disolvió el parlamento, controló todos los poderes, realizaba elecciones con ventajismo, las ganaba todas, reprimió a la oposición, acusó de corrupción, persiguió e hizo exiliar a su principal contendor Alan García y un buen día no soportó la presión popular, viajó Japón, desde allá renunció a la presidencia, regresó por Chile, fue deportado a Perú, lo sometieron a un juicio imparcial y pasará un buen tiempo tras las rejas. El equipo de gobierno, al visualizar algunas similitudes con el proceso venezolano, deben alertar a su jefe que pareciera enceguecido y ensoberbecido por el poder. Estos hechos y realidades deben hacer que el entorno íntimo, los miembros del PSUV y los dirigentes de sus partidos aliados enciendan las alarmas.
Las alarmas de la sociedad democrática están encendidas y la obligan a salir pacifica, cívica y patrióticamente levantar su más enérgica protesta ante tanto abuso de poder. “La primera de todas las fuerzas es la opinión pública” dijo Bolívar y está demostrado que un pueblo en la calle reclamando sus derechos, no hay tanquetas, peinilla, gases lacrimógenos, ni plomo que lo detenga.
Las luces rojas están allí, trepidando y centelleando. Es la señal de las alarmas encendidas. El que tenga ojos que las vea y sino que se atenga a las consecuencias. ¿Recuerdan el 23E-1958? Hay que leer la historia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario