“Todas las cosas son ya dichas;
pero como nadie escucha, hay que
volver a empezar siempre”
André Gride (1869-1951)
Escritor francés.
Todos en la ciudad estamos de acuerdo en que hay un grave problema con el suministro de agua potable. La situación es difícil en las zonas “consolidadas” y bien crítico en los sectores populares. El crecimiento anárquico de la ciudad, por una parte, la falta de inversión por la otra, se conjugan con la ausencia de un Plan de Desarrollo Urbano que contemple un proyecto estratégico bien diseñado, mejor elaborado y óptimamente evaluado y cuantificado para que se acreciente la dificultad en el servicio del agua. Podrán perforar un “pozo de agua en cada patio” como ofreció el alcalde en La Charneca y el problema persistirá porque la solución es integral y no cargados de populismo e improvisación como hasta ahora. A grandes problemas, grandes soluciones. Eso está dicho.
En otra cuestión, en que estamos de acuerdo los vecinos de la ciudad es que el proyecto debe contemplar, la ubicación – por expertos en acuíferos - de un área en las afueras de la ciudad, para la ubicación e instalación de un campo de pozos, con modernos sistemas de almacenamiento, tratamiento y de bombeo, la sustitución de la vieja y obsoleta red (tuberías) de distribución incorporándole llaves de paso para un manejo adecuado de la presión y garantizar que el agua llegue a todos los sectores de forma óptima y lógicamente preveer la ampliación del acueducto para la expansión del área urbana. Hay que dejar de hablar de los problemas e iniciar sus soluciones. Es un proyecto ambicioso, pero realizable. Eso también está dicho.
Estamos persuadidos de que estamos hablando de una solución mil millonaria. Entendemos también que hay que fraccionar el proyecto por etapas. Cuantificar cada una de ellas, sensibilizar a todos los sectores para emprender la lucha para la consecución de los recursos y el alcalde ponerse al frente de esa batalla para que entre el ejecutivo regional, el nacional y PDVSA contemplen en sus presupuestos anuales partidas que unificadas nos permitan iniciar la cristalización de ese ambicioso proyecto. En esa tarea, también hay que involucrar a nuestros distinguidos legisladores locales, regionales y nacionales para que cada vez que se discuta un crédito adicional, logren la inclusión de algún recurso para esta noble causa. No descubrimos el agua tibia. Eso está dicho hasta la saciedad.
Paralelo a esta solución integral, hay que atender los problemas puntuales e ir atendiendo la necesidad que tienen los vecinos del vital liquido. Ambas cosas son compatibles. Es cuestión de querer y querer es poder, máxime cuando todos los gobiernos ejecutivos, legislativos y PDVSA son rojos rojitos. Estamos en el mejor momento. Un solo gobierno. Nadie perdonaría una omisión en ese sentido. Hay que buscarle solución a los problemas a corto, mediano y largo plazo. No importa quien lo haga, lo importante es que lo hagan y lo hagan bien. Dios, la patria y los vecinos os premiarán. Está dicho y ojala, no tengamos que volver a decirlo porque de ser necesario, como siempre, volveremos a empezar esta necesaria letanía.
En otra cuestión, en que estamos de acuerdo los vecinos de la ciudad es que el proyecto debe contemplar, la ubicación – por expertos en acuíferos - de un área en las afueras de la ciudad, para la ubicación e instalación de un campo de pozos, con modernos sistemas de almacenamiento, tratamiento y de bombeo, la sustitución de la vieja y obsoleta red (tuberías) de distribución incorporándole llaves de paso para un manejo adecuado de la presión y garantizar que el agua llegue a todos los sectores de forma óptima y lógicamente preveer la ampliación del acueducto para la expansión del área urbana. Hay que dejar de hablar de los problemas e iniciar sus soluciones. Es un proyecto ambicioso, pero realizable. Eso también está dicho.
Estamos persuadidos de que estamos hablando de una solución mil millonaria. Entendemos también que hay que fraccionar el proyecto por etapas. Cuantificar cada una de ellas, sensibilizar a todos los sectores para emprender la lucha para la consecución de los recursos y el alcalde ponerse al frente de esa batalla para que entre el ejecutivo regional, el nacional y PDVSA contemplen en sus presupuestos anuales partidas que unificadas nos permitan iniciar la cristalización de ese ambicioso proyecto. En esa tarea, también hay que involucrar a nuestros distinguidos legisladores locales, regionales y nacionales para que cada vez que se discuta un crédito adicional, logren la inclusión de algún recurso para esta noble causa. No descubrimos el agua tibia. Eso está dicho hasta la saciedad.
Paralelo a esta solución integral, hay que atender los problemas puntuales e ir atendiendo la necesidad que tienen los vecinos del vital liquido. Ambas cosas son compatibles. Es cuestión de querer y querer es poder, máxime cuando todos los gobiernos ejecutivos, legislativos y PDVSA son rojos rojitos. Estamos en el mejor momento. Un solo gobierno. Nadie perdonaría una omisión en ese sentido. Hay que buscarle solución a los problemas a corto, mediano y largo plazo. No importa quien lo haga, lo importante es que lo hagan y lo hagan bien. Dios, la patria y los vecinos os premiarán. Está dicho y ojala, no tengamos que volver a decirlo porque de ser necesario, como siempre, volveremos a empezar esta necesaria letanía.
Conste: no hablo de la competencia para la rectoría, manejo y administración del servicio ya que, por ahora, son un solo gobierno rojo rojito y no importa quien lo administre, lo que interesa es que tengamos un servicio de agua potable adecuado a nuestras necesidades presentes y futuras. Vale la pena el esfuerzo. Lo merecemos y eso también está dicho.
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