“El peor de los males es creer
que los males no tienen remedio”
Francisco Cabarrus (1752-1810)
Aventurero francés.
que los males no tienen remedio”
Francisco Cabarrus (1752-1810)
Aventurero francés.
Cuando tome la decisión de poner mi nombre a consideración de la opinión pública para la escogencia del candidato a la alcaldía de la verdadera oposición, lo hice pensando en los más altos intereses de la comunidad y consciente de la altísima responsabilidad que asumía. A mi familia, a mi equipo de campaña, a mis compañeros de Alianza Bravo Pueblo, a mis partidarios y a todos los que informe y consulte les manifesté: Vamos a trabajar unidos, sin exclusión de ningún tipo, para lograr de una vez por todas, una ciudad de todos y para todos. Ese es el compromiso con mi ciudad.
Es obvio, estaba conciente que despertaría vivo interés en las mayorías que conocen de mi impecable y consecuente carrera política, de las posiciones encontradas en algunos sectores muy bien focalizados y desde luego, la radicalización inmediata de mis adversarios tradicionales, sobre todo los mediáticos que viven del erario municipal. Todo está muy bien analizado, calculado y como eso forma parte de la realidad política, decidí que mientras esté inmerso en este ineludible compromiso, pueden decir, inventar, elucubrar, distorsionar, difamar, manipular, calumniar, lo que quieran para intentar perjudicarme o descalificarme, pero no me apartarán de lo fundamental que es trabajar incansablemente para lograr una ciudad de todos y para todos. Ese es el compromiso con mi ciudad.
He dicho, sostengo y mantengo la palabra empeñada. En mi gobierno dejaremos de hablar de los problemas y como no hay que perder un minuto, con conocimiento de causa, la fuerza de los vecinos, férrea voluntad política y capacidad de diálogo, empezaremos a solucionarlos. Para que algo tenga un final feliz, tiene que tener un inicio. El problema más grave que tiene la ciudad es que todos hablamos de los problemas, pero nadie busca o pone en práctica las posibles soluciones y mucho menos inicia una acción precisa, sostenida, planificada y bien sustentada para arreglar definitivamente los problemas que nos aquejan colectivamente. A estás altura de nuestra existencia la única ambición que me alienta es servir y ser útil eficiente y pulcramente. Vamos a dar lo mejor de nuestra vida y experiencia para lograr una ciudad de todos y para todos. Ese es el compromiso con mi ciudad.
Es obvio, estaba conciente que despertaría vivo interés en las mayorías que conocen de mi impecable y consecuente carrera política, de las posiciones encontradas en algunos sectores muy bien focalizados y desde luego, la radicalización inmediata de mis adversarios tradicionales, sobre todo los mediáticos que viven del erario municipal. Todo está muy bien analizado, calculado y como eso forma parte de la realidad política, decidí que mientras esté inmerso en este ineludible compromiso, pueden decir, inventar, elucubrar, distorsionar, difamar, manipular, calumniar, lo que quieran para intentar perjudicarme o descalificarme, pero no me apartarán de lo fundamental que es trabajar incansablemente para lograr una ciudad de todos y para todos. Ese es el compromiso con mi ciudad.
He dicho, sostengo y mantengo la palabra empeñada. En mi gobierno dejaremos de hablar de los problemas y como no hay que perder un minuto, con conocimiento de causa, la fuerza de los vecinos, férrea voluntad política y capacidad de diálogo, empezaremos a solucionarlos. Para que algo tenga un final feliz, tiene que tener un inicio. El problema más grave que tiene la ciudad es que todos hablamos de los problemas, pero nadie busca o pone en práctica las posibles soluciones y mucho menos inicia una acción precisa, sostenida, planificada y bien sustentada para arreglar definitivamente los problemas que nos aquejan colectivamente. A estás altura de nuestra existencia la única ambición que me alienta es servir y ser útil eficiente y pulcramente. Vamos a dar lo mejor de nuestra vida y experiencia para lograr una ciudad de todos y para todos. Ese es el compromiso con mi ciudad.
Como estamos enfrascados en esa tarea, de ese interés fundamental no nos apartará nada, ni nadie. Tenemos un gran compromiso con nuestra patria chica. Gobiernos van y gobiernos vienen y nuestros problemas de fondo siguen igual o peor. Perdimos la noción de seguridad, la salud en los sectores populares es inexistente, hay ausencia de políticas públicas dirigidas a solventar los problemas de gas directo, drenajes, cloacas, agua, electricidad, eluden por cobardía, luchar por la profundización de la descentralización, persistiendo en el disco rayado del “A mi no me toca” y se hacen los desentendidos con algo tan imprescindible como es dotar a la ciudad de un proyecto estratégico que lograríamos con la actualización y aprobación del Plan de Desarrollo Urbano Local. Vamos todos unidos a trabajar en la solución de esos problemas. Los males tienen remedio. Hay que ocuparse de verdad y logremos una ciudad de todos y para todos. Ese es el compromiso con mi ciudad.
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