“La mayor parte de los problemas del mundo
se deben a gente que quiere ser importante”
Thomas S. Eliot (1888-1965)
Poeta y crítico angloamericano.
se deben a gente que quiere ser importante”
Thomas S. Eliot (1888-1965)
Poeta y crítico angloamericano.
Los gobiernos locales no pueden ser el problema. Tienen y deben ser la solución a los problemas. En esencia, existen porque las comunidades organizadas necesitan un ente que preste los servicios públicos eficientemente, unos gratuitos y otros al menor costo posible. Es por ello que sabiamente el legislador los proveyó de la facultad de cobrar tributos para su autogestión y además les asigna una buena porción del situado constitucional e ingresos por concepto de las leyes especiales que se crean para impulsar los desarrollos de los pueblos y ciudades. Con la verdad ni ofendo ni temo.
Ahora bien, existen servicios públicos locales básicos, que deben ser atendidos diligentes, eficazmente y a bajo costo por los gobiernos municipales. Es una obligación ineludible y no se puede argumentar que por el hecho de que alguno funcione aceptablemente hay que cargarles los costos de manera irracional y desproporcionada a los vecinos. ¿Quién asume los costos y las molestias de los que no funcionan? El Aseo Urbano Domiciliario funciona aceptablemente, nadie lo niega, pero ese no puede ser la razón para esquilmarle el bolsillo al pueblo. ¿Y el costo social que debe asumir el gobierno local dónde queda? ¿Los servicios públicos son un negocio o forman parte del costo social que asume el administrador con sus administrados? Ni tan calvo ni con dos pelucas.
¿Presta el gobierno local un aceptable servicio en la Terminal de pasajeros? ¿Y las tasas de salidas que cobran porqué no lo reinvirtieron y recuperaron al menos los sanitarios que dan vergüenza a propios y extraños? ¿Porqué hacer una inversión ahora que se construye uno nuevo y moderno Terminal? ¿Y el servicio del matadero municipal que está privatizado porqué no cumple con la construcción de la laguna de oxidación y le evita que aguas putrefactas afecten la salud y el ambiente de los sectores que lo circundan? ¿Y el servicio del cementerio que es otra vergüenza porqué no lo atienden? ¿Y los mercados municipales que están en deplorables condiciones de salubridad porqué no los atienden? Es muy fácil apelar al “A mí no me toca” y cuando me toca hay que cobrarle todo y con una excedente ganancioso al paganini que es el pueblo.
No hay que confundir la gimnasia con la magnesia. Estamos ante una empresa de servicio público, sin fines de lucro y que debe asumir el costo social que le corresponde como ente administrador de nuestros recursos. Los servicios mencionados y el trámite de algún documento debe y tiene que ser gratuito, y además prestados con amabilidad, diligencia y prontitud. Esa es la justificación que tiene la existencia de los gobiernos municipales, que además, no pueden ni deben, tomar decisiones que afecten al colectivo de manera unilateral, sin consultar a nadie y sólo atendiendo a la voracidad fiscal que los impulsa, para enviarlos directamente y sin impudicia, por los desagües putrefactos de la corrupción. En el caso de nuestra ciudad huelgan las evidencias por la existencia de nulidades engreídas, enquistadas transitoriamente en el gobierno local, que solo buscan con los dineros del pueblo, ser importantes y no útiles. Lo que esta a la vista no necesita anteojos.
Hasta el momento y hasta noviembre de este año los mandantes locales son el problema, y no la solución. Las nuevas autoridades que el pueblo soberano elegirá, hastiado de tanto atropello e indecencia, tienen que devolverle al gobierno municipal su majestad y el carácter de ente prestador de servicio público con decencia y eficiencia, que solucione la mayoría de los problemas diligente, gratuitamente y con costos mínimos con los que tengamos que colaborar los vecinos. Lo contrario y lo que pretenden justificar, con burdos subterfugios, es un robo descarado. Por eso es urgente la selección de un verdadero gerente político que este identificado con el pueblo.
Ahora bien, existen servicios públicos locales básicos, que deben ser atendidos diligentes, eficazmente y a bajo costo por los gobiernos municipales. Es una obligación ineludible y no se puede argumentar que por el hecho de que alguno funcione aceptablemente hay que cargarles los costos de manera irracional y desproporcionada a los vecinos. ¿Quién asume los costos y las molestias de los que no funcionan? El Aseo Urbano Domiciliario funciona aceptablemente, nadie lo niega, pero ese no puede ser la razón para esquilmarle el bolsillo al pueblo. ¿Y el costo social que debe asumir el gobierno local dónde queda? ¿Los servicios públicos son un negocio o forman parte del costo social que asume el administrador con sus administrados? Ni tan calvo ni con dos pelucas.
¿Presta el gobierno local un aceptable servicio en la Terminal de pasajeros? ¿Y las tasas de salidas que cobran porqué no lo reinvirtieron y recuperaron al menos los sanitarios que dan vergüenza a propios y extraños? ¿Porqué hacer una inversión ahora que se construye uno nuevo y moderno Terminal? ¿Y el servicio del matadero municipal que está privatizado porqué no cumple con la construcción de la laguna de oxidación y le evita que aguas putrefactas afecten la salud y el ambiente de los sectores que lo circundan? ¿Y el servicio del cementerio que es otra vergüenza porqué no lo atienden? ¿Y los mercados municipales que están en deplorables condiciones de salubridad porqué no los atienden? Es muy fácil apelar al “A mí no me toca” y cuando me toca hay que cobrarle todo y con una excedente ganancioso al paganini que es el pueblo.
No hay que confundir la gimnasia con la magnesia. Estamos ante una empresa de servicio público, sin fines de lucro y que debe asumir el costo social que le corresponde como ente administrador de nuestros recursos. Los servicios mencionados y el trámite de algún documento debe y tiene que ser gratuito, y además prestados con amabilidad, diligencia y prontitud. Esa es la justificación que tiene la existencia de los gobiernos municipales, que además, no pueden ni deben, tomar decisiones que afecten al colectivo de manera unilateral, sin consultar a nadie y sólo atendiendo a la voracidad fiscal que los impulsa, para enviarlos directamente y sin impudicia, por los desagües putrefactos de la corrupción. En el caso de nuestra ciudad huelgan las evidencias por la existencia de nulidades engreídas, enquistadas transitoriamente en el gobierno local, que solo buscan con los dineros del pueblo, ser importantes y no útiles. Lo que esta a la vista no necesita anteojos.
Hasta el momento y hasta noviembre de este año los mandantes locales son el problema, y no la solución. Las nuevas autoridades que el pueblo soberano elegirá, hastiado de tanto atropello e indecencia, tienen que devolverle al gobierno municipal su majestad y el carácter de ente prestador de servicio público con decencia y eficiencia, que solucione la mayoría de los problemas diligente, gratuitamente y con costos mínimos con los que tengamos que colaborar los vecinos. Lo contrario y lo que pretenden justificar, con burdos subterfugios, es un robo descarado. Por eso es urgente la selección de un verdadero gerente político que este identificado con el pueblo.
Las nuevas autoridades que elegiremos en noviembre tienen que hacer buena la enseñanza del libertador: “La gloria está en ser grande y ser útil” No lo olvidéis.
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