“El municipio soy yo”

“Libertad moral es la única libertad
verdaderamente importante”
Joseph Joubert (1754-1824)
Escritor y crítico francés.

Una de las mayores perversiones de la corrupción es el abuso de poder. Uno de los pecados capitales que pueden adornar la personalidad de una nulidad engreída es creerse el dueño absoluto de la razón. Rumian que son seres superiores, que todo el mundo tiene que rendirse ante sus pies como vasallo. Aplaudirle los abusos, atropellos y tropelías. Creen que fueron electos para padrotear una comunidad, nunca para servir y ser útiles. Pierden el sentido de la realidad, la noción del respeto, no buscan acuerdos, solamente ordenan que sus caprichos se cumplan y punto. El que no le guste su gobierno que se asile. Es la humilde admonición que envía a los que se opongan u osen criticarlo. El municipio soy YO y punto. Un nuevo emperador, pues.

Yo, yo, yo y nadie más. No tengo asesores, ni nadie que me manipule. ¿y sabañón? Soy yo, yo y yo el responsable de los abusos, hurtos, violación de derechos humanos, saqueos, tropelías, intolerancias, estado general de violencia y la galopante corrupción instalada en el gobierno local. Es la moral que exhibe para que los ciudadanos, sí quieren lo reelijan o sencillamente lo saquen del cargo en las elecciones del 23 de noviembre próximo. Es la premonición que desde ya anuncia el engreído mayor. Es dueño absoluto de la moral y no voltea para verse el rabo de paja que lo adorna y que se le observa de aquí al IUTJAA donde saqueo el proyecto de los pollitos BB. La paliza que le propinaron los estudiantes fue un anticipo de lo que le espera el 23 de noviembre. A todo Pericoco le llega su lumpia mala.

Todos los ingenieros que trabajaron en la ciudad, antes que YO llegara al poder, las universidades que los acreditaron como tal, tienen que quitarles el título. Pusieron la torta y ninguno sirve. Los míos que diseñaron la pata de gallina, el sistema de riego de la plaza Bolívar, la modernísima infraestructura del proyecto Samuel Robinsón que funciona maravillosamente en el IUTJAA y el moco de pavo que construyeron en la intercepción de la calle Ricaurte con Guayana son una demostración de la imaginación, creatividad, ingenio e inspiración que poseen estos nuevos profesionales de la ingeniería y que tengo a mi servicio para cambiar la ciudad. Agárralo don bombillo que va en caída libre y puedes perder la mina municipal que puso a tú servicio.

Como todo engreído el vértigo de altura lo tiene al borde del paroxismo. No ve para los lados. Soy yo, yo y yo no voy a cambiar. Todos en la ciudad tienen que cambiar. Imagínense, que confiesa tener problemas en su partido ROBEMOS porque le espetó en la cara al “Indevolvible” que fue alcalde; Didalco, que es gobernador de Aragua y al héroe de Cariaco que no tienen obra que exhibir. Fracasaron, según les dijo y les adicionó: no tienen oferta que hacerle al país, pero “Yo” puedo sacar la cara por todos ustedes. Cambie una ciudad. Ahora la corrupción es familiar, íntima, mediática y el que ose criticarme lo mando a descalificar con don bombillo y sus sicarios mediáticos. ¡Oh! que dechado de humildad. América lávale los pies y te dará un hijo. Es lo que te falta.

Lo cierto del caso, es que no le pone el oído al pueblo. Lo que se dice y se comenta en la calle es horrible y lo esperan en la bajadita. El 24 de noviembre en la mañana que este bien preparado para entrar en la orbita de la oposición, porque en la orbita de don bombillo, seguro, escríbanlo, le darán un puntapié donde la espalda pierde su decente nombre y hasta el saludo le retirarán. Los ejemplos embellecen el paisaje político del estado Anzoátegui. Rey muerto, rey puesto es la política que practican y adorna la moral de esos mercenarios mediáticos. Chequea bien, que aun con el podercito, estás en el border line.

Las lumpias están saliendo malas, consulten con Aristóbulo antes de fumárselas y en cuanto a moral se refiere, no hay problemas. ¿Por qué lo llamarán PERICOCO? La podemos discutir públicamente, hay libertad moral y eso es lo importante. Arrieros somos, en el camino andamos y aquí nos conocemos todos. ¡Cuidado con la candela! Los rabos de paja se queman.