“Lo presente, producto de lo pasado,
engendra a su vez lo futuro”
Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716)
engendra a su vez lo futuro”
Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716)
Filósofo y matemático alemán.
A fin de cuentas hay una opinión pública que evalúa la seriedad, responsabilidad y la integridad de los dirigentes políticos. Es esa evaluación, esa opinión la que realmente tiene valor, peso y estimación. Conociendo que en política es difícil tener razón, pero entendiendo también que la condición de dirigente político nos obliga hablarle claro a la gente, es que fuimos los primeros desde ABP que alertamos acerca de la improcedencia e inviabilidad del referéndum revocatorio que intentaba el Rey Maula y don Bombillo desde la orbita oficial activarle al gobernador del estado. Era la crónica de un fracaso anunciado y la presión para que el estado incurriera en gastos innecesarios.
Sin temor de ningún tipo, pero atendiendo a nuestra conciencia y conocedores de la realidad política, declaramos a la prensa que la aventura de ese revocatorio era más que una locura, una estupidez. El otro día al salir la publicación en la prensa el Rey Maula y don Bombillo soltaron la jauría. Los mercenarios mediáticos dijeron lo que se les ocurrió para intentar descalificar nuestra posición política y llegaron a la paranoia de injuriarnos hasta que les dio la gana y ratificaron la viabilidad del revocatorio contra el gobernador. Ellos y más nadie eran los dueños de la verdad y nosotros unos aguafiestas.
En el correr de los días, se fueron de bruces. El Rey Maula ofreció recoger 60 mil firmas en el municipio. La orbita oficial arrancó una feroz y mil millonaria campaña publicitaria que incluía la voz del Presidente Chávez anunciando que el gobernador estaba “revocao”. Todo iba viento en popa hasta que llegó un diputado nacional de PEDIMOS, a la sazón el dueño de lo poco que queda de esa oportunista franquicia política y le mostró al Rey Maula una encuesta que lo hizo palidecer, lo regaño por torpe e inmediatamente recogieron velas y recularon. Eso fue publico, notorio y comunicacional.
En política hay que ser serio. Las decisiones que se toman deben ser bien analizadas y evaluadas. Hay que tomar en cuenta todas las variables y visualizar posibles aliados. Poseer sentido de la oportunidad para acertar, tener razón a tiempo para orientar a nuestros seguidores y no salir como un energúmeno enceguecido por el odio, los resentimientos, la inquina y el veneno, que letalmente le suministran desde una cadena radial que solo juega a sus intereses económicos, para luego dejar a la gente en la estacada, traicionar a los pocos aliados, hacer como el avestruz y mandar a los mercenarios mediáticos a intentar lavarle el rostro con argumentos risibles.
Tengo mi conciencia tranquila. No caímos en la trampa cazabobos que montaron el Rey Maula y don Bombillo. Tuvimos razón a tiempo. Los que se desgañitaron impulsando el revocatorio que asuman su barranco. No evadan la responsabilidad. Piensen en voz alta. Es diciendo y haciendo ¿Dónde están las 60 mil firmas? Sólo los cobardes y traidores se esconden detrás de una cortinaje mediático e intenta culpar a otros de sus propias torpezas e impericias. El pueblo es sabio y les dio un puntapié en el trasero.
El Rey Maula, don Bombillo y sus mercenarios mediáticos, no sólo hicieron el ridículo antes y durante la recolección de firmas sino que los resultados los dejaron mucho más chiflados y en su empeño por escurrir el bulto, la ridiculez que exhiben ahora es ilimitada. ¡Que difícil es tener razón a tiempo! Pero, tranquilo, el tiempo da la razón y nosotros tuvimos razón a tiempo.
Sin temor de ningún tipo, pero atendiendo a nuestra conciencia y conocedores de la realidad política, declaramos a la prensa que la aventura de ese revocatorio era más que una locura, una estupidez. El otro día al salir la publicación en la prensa el Rey Maula y don Bombillo soltaron la jauría. Los mercenarios mediáticos dijeron lo que se les ocurrió para intentar descalificar nuestra posición política y llegaron a la paranoia de injuriarnos hasta que les dio la gana y ratificaron la viabilidad del revocatorio contra el gobernador. Ellos y más nadie eran los dueños de la verdad y nosotros unos aguafiestas.
En el correr de los días, se fueron de bruces. El Rey Maula ofreció recoger 60 mil firmas en el municipio. La orbita oficial arrancó una feroz y mil millonaria campaña publicitaria que incluía la voz del Presidente Chávez anunciando que el gobernador estaba “revocao”. Todo iba viento en popa hasta que llegó un diputado nacional de PEDIMOS, a la sazón el dueño de lo poco que queda de esa oportunista franquicia política y le mostró al Rey Maula una encuesta que lo hizo palidecer, lo regaño por torpe e inmediatamente recogieron velas y recularon. Eso fue publico, notorio y comunicacional.
En política hay que ser serio. Las decisiones que se toman deben ser bien analizadas y evaluadas. Hay que tomar en cuenta todas las variables y visualizar posibles aliados. Poseer sentido de la oportunidad para acertar, tener razón a tiempo para orientar a nuestros seguidores y no salir como un energúmeno enceguecido por el odio, los resentimientos, la inquina y el veneno, que letalmente le suministran desde una cadena radial que solo juega a sus intereses económicos, para luego dejar a la gente en la estacada, traicionar a los pocos aliados, hacer como el avestruz y mandar a los mercenarios mediáticos a intentar lavarle el rostro con argumentos risibles.
Tengo mi conciencia tranquila. No caímos en la trampa cazabobos que montaron el Rey Maula y don Bombillo. Tuvimos razón a tiempo. Los que se desgañitaron impulsando el revocatorio que asuman su barranco. No evadan la responsabilidad. Piensen en voz alta. Es diciendo y haciendo ¿Dónde están las 60 mil firmas? Sólo los cobardes y traidores se esconden detrás de una cortinaje mediático e intenta culpar a otros de sus propias torpezas e impericias. El pueblo es sabio y les dio un puntapié en el trasero.
El Rey Maula, don Bombillo y sus mercenarios mediáticos, no sólo hicieron el ridículo antes y durante la recolección de firmas sino que los resultados los dejaron mucho más chiflados y en su empeño por escurrir el bulto, la ridiculez que exhiben ahora es ilimitada. ¡Que difícil es tener razón a tiempo! Pero, tranquilo, el tiempo da la razón y nosotros tuvimos razón a tiempo.
Lo tragedia que viven en el presente, es el producto de la malignidad, la corrupción y la degradación que vienen engendrando y un preámbulo de los que se le avecina en un futuro no muy lejano. El inexorable paso del tiempo no perdona. Las realidades están a la vista.
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