miércoles, julio 13, 2011

Y después no dicen que ser rico es malo

La riqueza es como el agua salada; cuanto más se bebe, más sed da
Arthur Schopenhauer (1788 – 1860)
Filósofo alemán.


CESTATICKET: de 10 mil bolívares se auto asignaron los ilustres magistrados del Tribuna Supremo de Justicia, justo es reconocer que hubo las honrosas excepciones. Esa gracia es una grosería. El problema, aún cuando es legal porque viola la Ley de Emolumentos, tiene una fuerte carga ética y moral. Más de la mitad de los venezolanos, no reciben ese beneficio social y, los miembros del más alto tribunal de la República, los que administran la justicia revolucionaria, socialista y humanistas, deben estar enterados que los pensionados y jubilados están suplicando, que les reconozcan una cestaticket de unos miserables 500 bolívares, para adquirir las medicinas. Esas acciones revolucionarias de los magistrados rojos rojitos, nos hablan muy bien del criterio igualitario que manejan los burócratas del socialismo del siglo 21. El pobre que muera de mengua, mientras la nomenklatura chavista engorda con privilegios groseros y salvajes. Y después nos dicen que ser rico es malo.

PROTECCIÓN: de la que disfrutan de forma excesiva la burocracia del socialismo del siglo 21. Un diputado de la juventud del PSUV, posee 4 espalderos. El presentador de un programa de TV, cuyo lenguaje, para defender las políticas del gobierno es soez, excrementoso y de baja estofa, tiene 15 guardaespaldas, según denuncian sus propios camaradas. El criterio igualitario del socialismo del siglo 21, tiene a unos más iguales que otros. El hombre o mujer de a pié, a ese que bombardean con una publicidad excesiva y costosa, tiene que salir a la calle íngrimo y, expuesto a la inseguridad salvaje. No hay agentes de seguridad que aseguren sus vidas y sus bienes. Esos servidores públicos, están ocupados custodiando estas nulidades engreídas. Ellos disfrutan de las delicias del poder rojo rojito. Esa es la equidad que manejan los burócratas del socialismo del siglo 21. Y después nos dicen que ser rico es malo.

PELIGROS: los que implica el ejercicio de la actividad política. Nosotros abrazamos la lucha social muy joven. En nuestra larga trayectoria hemos demostrado que se puede ser útil a partir de posiciones de gobierno y también desde la oposición. Hay un compromiso ineludible y es con la comunidad, no con burócratas de turno. En esa dirección hemos criticado gobiernos conducidos por gente de nuestra parcialidad política y de los adversarios. No tenemos enemigos personales. Fijamos posiciones políticas a costa de desatar la ira de muchos dioses. Eso no nos quita el sueño. Lo importante es que conectamos con la opinión de las grandes mayorías. La batalla la damos en la opinión pública, incluso en desventaja. Don Bombillo, Sabañón y uno que otra sabandija de los medios tarifados, han dicho de nosotros, nuestra familia, amigos y compañeros de partido todo tipo de sandeces. Han chocado contra una pared de dignidad. La ciudad está a merced del peor alcalde de la historia y no callaremos nuestra verdad ante amenazas veladas. El pasado reciente es fiel reflejo de que no claudicamos ante el chantaje y las amenazas. Digan lo que digan, hagan lo que hagan. Con plantaje y bulla de ala / no se cobra la pelea. Vaya poniéndose alante / pa’ que en lo oscuro me vea. No es equivoquéis.

BARRANCO: el que asume la dirección del PSUV, cuando por intermedio de un miembro de su dirección municipal, declara al diario Antorcha (martes 12 – página 6) que “esta organización política le brinda el total respaldo al alcalde de El Tigre” no hay medias tintas. La solidaridad es automática y completa. Los miembros de la dirección municipal del PSUV, no ven para los lados, ignora las quejas de los vecinos, no le ponen el oído al pueblo. Ellos viven las delicias del poder. La ciudad se cae por los 4 costados, pero seguramente ellos viven bien cómodos. El tesoro municipal pareciera cegarlos, enmudecerlos y adormecerles el espíritu revolucionario. El soberano, ese que tanto nombran, que vive, sufre y observa el festín, los espera en la bajadita. El año que viene habrá elecciones para alcalde y concejales. ¿Tendrán autoridad moral para exigir un voto? Uno no sabe. Lo que si es seguro es que la paliza será de tronío. Muchos saldrán ricos, pero los más llorarán y llorarán en el fondo del barranco. Ese juego está cantado.

ASOMBROSO: que lo miembros de la dirección municipal del PSUV, que le brindan solidaridad automática, constructora y respaldo total a la “maravillosa gestión del alcalde”, no tengan la delicadeza de recomendarle que saque a la calle unas pequeñas cuadrillas de bacheo, para que anden tapando la huecoteca que tiene convertida a las calles de la ciudad en un desastre. Hasta para llegar a la sede del PSUV los huecos son sorprendentes. Es increíble que estos ilustres líderes socialistas, piensen que con la abulia, indolencia e incapacidad de este alcalde, que ellos dicen apoyar incondicionalmente, van a ganar la elección del año 2012. Un alcalde que no es capaz de recoger la basura, mantener las calles, avenidas y plazas públicas limpias, tapar los huecos de las calles y lidiar con la gestión diaria de la administración municipal, si tuviese, una pequeña pizca de vergüenza, renunciaría y diera paso a un verdadero servidor público para que remiende el capote. Entraron con una mano adelante y otra atrás, andan como los que toman agua salada, insaciables cuando se trata de dinero. Socialistas, humanistas, revolucionarios y bolivaristas…Y luego nos dicen que ser rico es malo.

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