“A gran necesidad, gran diligencia”
Ramón Llull (1223-1315)
Escritor catalán.
Ramón Llull (1223-1315)
Escritor catalán.
El ejecutivo regional hizo una gran inversión para adecuar el Aeropuerto de San Tomé. Este terminal aéreo, ahora ostenta merecidamente, el nombre de don Edmundo Barrios. La inversión está plenamente justificada. Nuestra extensa zona sur del estado tiene esa única pista para recibir DC-9, 727 y D-10, amén de otras aeronaves de menor jerarquía, para el transporte de pasajeros. Para una región petrolera tan importante ese terminal aéreo es una inmensa necesidad para los empresarios, comerciantes, profesionales y vecinos con emergencias de cualquier tipo. Hay que luchar para que vuelvan los vuelos comerciales.
Es lamentable reconocer también, que desde hace bastante tiempo, la empresa AVIOR, que era la única que tenía programados vuelos comerciales hasta el aeropuerto internacional de Maiquetía, los suspendió. Nuestra zona quedó aislada vía aérea – salvo para la boliburguesía y altos funcionarios de gobierno que poseen lujosas aeronaves, las cuales llegan y salen con toda comodidad y discrecionalidad. Los empresarios, comerciantes, profesionales y viajeros normales que necesitan trasladarse hasta Maiquetía, con la intención de hacer una diligencia, negocio o alguna gestión urgente, tienen que trasladarse a Barcelona, después de sortear los peligros de la carretera Cantaura – La Madama y tener la suerte de llegar con vida, poder abordar una aeronave comercial. Toda una Odisea.
Llama la atención que los alcaldes, las Cámaras de Comercio, Colegios Profesionales y altos ejecutivos petroleros de esta inmensa región, no hayan elevado su voz para reclamar con fuerza, la necesidad de los vuelos comerciales. La falta de interés, la dejadez y el silencio que muestran los más afectados por la falta de vuelos, pareciera ir de la mano, con las autoridades que también se hacen de la vista gorda. No hay un alcalde, concejal, diputado regional, nacional u otra autoridad que haga el reclamo respectivo. La apatía está enseñoreada. A nada ni nadie le pareciera interesar la necesidad de esos importantes y vitales vuelos que indiscutiblemente, contribuyen con el desarrollo armónico de nuestra olvidada y golpeada región del sur de Anzoátegui. Ese muerto no tiene dolientes.
Este humilde escribidor de cuartillas, no utiliza ese importante servicio, no porque no le gustaría, ¡NO! le encantaría, lo que pasa es que apenas le alcanza para pagar el pasaje en las líneas autobuseras y está obligado a viajar de roling. Empero, como luchador social y consciente de que ese servicio público que prestan las empresas privadas, no son un lujo, son una necesidad y como tal, llamamos la atención con la única y sana intención de que alguien se preocupe y ocupe de buscar reactivar esos vuelos comerciales. Esta región en justicia lo merece y creo, sinceramente que no es mucho pedir. La peor diligencia es la que no se hace. Vale la pena que hagamos una gran diligencia. Las autoridades “competentes” tienen la palabra.
Es lamentable reconocer también, que desde hace bastante tiempo, la empresa AVIOR, que era la única que tenía programados vuelos comerciales hasta el aeropuerto internacional de Maiquetía, los suspendió. Nuestra zona quedó aislada vía aérea – salvo para la boliburguesía y altos funcionarios de gobierno que poseen lujosas aeronaves, las cuales llegan y salen con toda comodidad y discrecionalidad. Los empresarios, comerciantes, profesionales y viajeros normales que necesitan trasladarse hasta Maiquetía, con la intención de hacer una diligencia, negocio o alguna gestión urgente, tienen que trasladarse a Barcelona, después de sortear los peligros de la carretera Cantaura – La Madama y tener la suerte de llegar con vida, poder abordar una aeronave comercial. Toda una Odisea.
Llama la atención que los alcaldes, las Cámaras de Comercio, Colegios Profesionales y altos ejecutivos petroleros de esta inmensa región, no hayan elevado su voz para reclamar con fuerza, la necesidad de los vuelos comerciales. La falta de interés, la dejadez y el silencio que muestran los más afectados por la falta de vuelos, pareciera ir de la mano, con las autoridades que también se hacen de la vista gorda. No hay un alcalde, concejal, diputado regional, nacional u otra autoridad que haga el reclamo respectivo. La apatía está enseñoreada. A nada ni nadie le pareciera interesar la necesidad de esos importantes y vitales vuelos que indiscutiblemente, contribuyen con el desarrollo armónico de nuestra olvidada y golpeada región del sur de Anzoátegui. Ese muerto no tiene dolientes.
Este humilde escribidor de cuartillas, no utiliza ese importante servicio, no porque no le gustaría, ¡NO! le encantaría, lo que pasa es que apenas le alcanza para pagar el pasaje en las líneas autobuseras y está obligado a viajar de roling. Empero, como luchador social y consciente de que ese servicio público que prestan las empresas privadas, no son un lujo, son una necesidad y como tal, llamamos la atención con la única y sana intención de que alguien se preocupe y ocupe de buscar reactivar esos vuelos comerciales. Esta región en justicia lo merece y creo, sinceramente que no es mucho pedir. La peor diligencia es la que no se hace. Vale la pena que hagamos una gran diligencia. Las autoridades “competentes” tienen la palabra.
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