”Cuando la culpa es de todos,
la culpa no es de nadie”
Concepción Arenal (1820-1893)
Pensadora española.
la culpa no es de nadie”
Concepción Arenal (1820-1893)
Pensadora española.
Este año cuando se produjo el viernes rojo rojito o sea la salvaje, criminal y brutal devaluación, lo dijimos a tiempo. El costo de la vida, que cerraba el año 2009 por encima del 35%, se dispararía a niveles impensables en el 2010. No pasó mucho tiempo para que hasta los defensores de las feroces medidas, se estrellaran con la realidad. El gobierno incrementó en un 10% el salario mínimo para este primer trimestre, pero a la vez le soltó las amarras de los precios a 19 alimentos de la dieta diaria y de primerísima necesidad, lo que convirtió el tímido aumento en ilusión monetaria. Más bolívares para adquirir o comprar menos. Los burócratas y sus familiares no van al mercado. La pavorosa inflación diezma es al pobre pueblo. ¿Lo duda? Acérquese al mercado.
El fracaso del gobierno ya no lo pueden ocultar. 11 años con un poder ilimitado, fabulosos recursos económicos jamás soñados y apoyo popular inconmensurable. Los resultados no pueden ser más pavorosos. Servicios públicos a punto del colapso – el agua, la electricidad y la crisis hospitalaria son pruebas irrefutables – el costo de las medicinas continúa su ascenso vertiginoso y ahora, el gobierno libera los precios de 19 alimentos que estaban controlados con el argumento de que no aumentarán de precio porque ya estaban siendo ofertados de hecho a los nuevos precios. Es la confesión más impresionante del fracaso de la política de control de precios y la inutilidad de los organismos competentes encargados de controlarlos. El burocratismo los parasitario los lleva al abismo.
En ese escenario aterrador, dónde el precio de los alimentos está en la estratosfera, el de las medicinas anda por saturno, la poca agua y electricidad que nos provee el estado está racionado y con tarifas aumentadas, todo eso aunado a un aparato productivo destruido, un desempleo con índices altísimos, pero maquillados por los burócratas y el Producto Interno Bruto desplomado en 5.8% en el último trimestre del 2009, también condena a la población a vivir con miedo. La delincuencia con su carga de violencia y mortalidad se mueve como pez en el agua ante la más grosera, grotesca y descarada impunidad y falta de políticas públicas para combatirla o minimizarla. ¿Es el éxito del socialismo del siglo XXI en pleno desarrollo? ¡Cosa más grande!
Mientras todo esto sucede, el presidente reparte culpas a diestra y siniestra. El fenómeno del niño, el capitalismo, el imperio, los escuálidos, Bush, Obama, Uribe, las bases militares en Colombia, el Pacto de Punto Fijo, Globovisión y hasta algunos de sus ministros que caen en desgracia son culpables. A ninguno de los mencionados los venezolanos eligieron para gobernar al país en estos últimos 11 años. Al único que eligieron para que resolviera estos y otros problemas que se gravan cada día fue a Chávez. ¿Quién es el responsable? No busquen el responsable en EEUU, Colombia o el sistema capitalista, está en Miraflores. Es Chávez y punto.
Sólo los ilusos creen que repartiendo culpas, pueden ocultar las propias y más aún pensar que pueden evadirlas. La culpa es de todos…los que votaron por Chávez. El 26 de septiembre es la oportunidad de revertir esta criminal situación ya que de continuar este desastre y el caos del socialismo del siglo XXI, no habrá quejas que valgan y llegaremos a la conclusión que nadie es culpable, lo seremos todos. Todos a votar por la democracia y la libertad.
El fracaso del gobierno ya no lo pueden ocultar. 11 años con un poder ilimitado, fabulosos recursos económicos jamás soñados y apoyo popular inconmensurable. Los resultados no pueden ser más pavorosos. Servicios públicos a punto del colapso – el agua, la electricidad y la crisis hospitalaria son pruebas irrefutables – el costo de las medicinas continúa su ascenso vertiginoso y ahora, el gobierno libera los precios de 19 alimentos que estaban controlados con el argumento de que no aumentarán de precio porque ya estaban siendo ofertados de hecho a los nuevos precios. Es la confesión más impresionante del fracaso de la política de control de precios y la inutilidad de los organismos competentes encargados de controlarlos. El burocratismo los parasitario los lleva al abismo.
En ese escenario aterrador, dónde el precio de los alimentos está en la estratosfera, el de las medicinas anda por saturno, la poca agua y electricidad que nos provee el estado está racionado y con tarifas aumentadas, todo eso aunado a un aparato productivo destruido, un desempleo con índices altísimos, pero maquillados por los burócratas y el Producto Interno Bruto desplomado en 5.8% en el último trimestre del 2009, también condena a la población a vivir con miedo. La delincuencia con su carga de violencia y mortalidad se mueve como pez en el agua ante la más grosera, grotesca y descarada impunidad y falta de políticas públicas para combatirla o minimizarla. ¿Es el éxito del socialismo del siglo XXI en pleno desarrollo? ¡Cosa más grande!
Mientras todo esto sucede, el presidente reparte culpas a diestra y siniestra. El fenómeno del niño, el capitalismo, el imperio, los escuálidos, Bush, Obama, Uribe, las bases militares en Colombia, el Pacto de Punto Fijo, Globovisión y hasta algunos de sus ministros que caen en desgracia son culpables. A ninguno de los mencionados los venezolanos eligieron para gobernar al país en estos últimos 11 años. Al único que eligieron para que resolviera estos y otros problemas que se gravan cada día fue a Chávez. ¿Quién es el responsable? No busquen el responsable en EEUU, Colombia o el sistema capitalista, está en Miraflores. Es Chávez y punto.
Sólo los ilusos creen que repartiendo culpas, pueden ocultar las propias y más aún pensar que pueden evadirlas. La culpa es de todos…los que votaron por Chávez. El 26 de septiembre es la oportunidad de revertir esta criminal situación ya que de continuar este desastre y el caos del socialismo del siglo XXI, no habrá quejas que valgan y llegaremos a la conclusión que nadie es culpable, lo seremos todos. Todos a votar por la democracia y la libertad.
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