“Si no piensas en tu provenir,
no lo tendrás”
John Kenneth Galbraith (1908-2006)
Economista estadounidense de origen canadiense.
no lo tendrás”
John Kenneth Galbraith (1908-2006)
Economista estadounidense de origen canadiense.
Nunca antes, gobierno alguno había sentido un desprecio tan profundo por los profesionales venezolanos. No hay área de la administración pública, empresas del estado, servicio público, seguridad y militar que no este entregado a los “expertos” cubanos. Nuestra soberanía esta entregada al régimen que tiene subyugado por más de 50 años al pueblo de la Isla grande. Una dependencia inconcebible, grosera y con visos de traición a la patria. ¿Cuál es la intención? convertirnos en una colonia cubana. Nos entregan la soberanía en nombre de la soberanía.
Es tanto el desprecio por los profesionales venezolanos, que el régimen no diferencia entre chavista y no chavistas, es corte parejo. A unos los desprecian por pensar diferente – Escuálidos, apátridas, pitiyanquis, oligarcas, etc. A los que piensan igual, los humillan por sumisos. Les encasquetan jefes cubanos para que los manden en perjuicio de sus dignidades. Esa horrible verdad está sucediendo en un país que está lleno de excelentes universidades y con mejores profesionales, todos calificados, para colocar a Venezuela en el primer mundo. Estamos ante el gobierno más entreguista de nuestra historia patria. Nos hacen perder la soberanía y nos hablan de soberanía.
El seudo imperio cubano, nos invadió con la complacencia de Chávez. La seguridad personal del jefe del estado está en manos de cubanos. ¿Y el personal venezolano preparado para esos menesteres? Al pajón. ¿Y los médicos graduados y especializados para prevenir, curar y gerenciar nuestra salud? Al cesto de la basura. ¿Y el personal técnico y científico para manejar nuestro sistema de identidad? Para el carrizo. ¿Y nuestro moderno sistema de alfabetización ACUDE? Al cesto de la basura y sustituido por uno ajeno a nuestro idiosincrasia. ¿Y nuestro dignos militares? Infiltrados por un ejército foráneo. ¿Y nuestros médicos? Autoexiliándose por falta de oportunidades. ¿Eso se llama soberanía? Que poco valor le da Chávez a ese concepto.
Esos servicios vitales, estratégicos y de alta seguridad nacional, siempre han estado y debe estar reservado para ser ejercidos por VENEZOLANOS, pero en este régimen entreguista, lacayo y cachorro de Fidel Castro, todo eso está en manos de cubanos. Eso no es un secreto para nadie. El Presidente no lo disimula o esconde, al contrario, alardea de esa situación antipatriótica, por eso, llama la atención que se forme un escándalo nacional porque ahora mete en Venezuela el comandante “Charco de sangre” como es conocido en Cuba por su tenebroso prontuario de crímenes. Es uno más, de los tantos “profesionales”, que invaden nuestro país y pisotean nuestra soberanía. Hay que solicitar la expulsión de todos los que están enquistados en áreas estratégicas de la nación y punto. La planta insolente del extranjero está profanando el suelo de la patria” Cipriano Castro, dixit.
¿Cuál será el próximo paso? Cerrar las universidades, los centros de investigación científica, frustrar las esperanzas de los jóvenes, cerrar las posibilidades de desarrollo y realización de nuestra juventud, propiciar la fuga de cerebros. A cualquier venezolano se la arruga el alma a ver, palpar y vivir en carne propia, el profundo desprecio que tiene Chávez por los profesionales venezolanos. Nunca olvidéis “Nuestra principal y única riqueza es nuestra capital humano” ¿Por qué lo desprecian tanto? Hay que pensar en el provenir. El país lo merece. El 26 de septiembre hay que revertir esta perversa situación. Los jóvenes, en principio, tienen la palabra. El futuro les pertenece y la involución del siglo XXI, se lo roba.
Es tanto el desprecio por los profesionales venezolanos, que el régimen no diferencia entre chavista y no chavistas, es corte parejo. A unos los desprecian por pensar diferente – Escuálidos, apátridas, pitiyanquis, oligarcas, etc. A los que piensan igual, los humillan por sumisos. Les encasquetan jefes cubanos para que los manden en perjuicio de sus dignidades. Esa horrible verdad está sucediendo en un país que está lleno de excelentes universidades y con mejores profesionales, todos calificados, para colocar a Venezuela en el primer mundo. Estamos ante el gobierno más entreguista de nuestra historia patria. Nos hacen perder la soberanía y nos hablan de soberanía.
El seudo imperio cubano, nos invadió con la complacencia de Chávez. La seguridad personal del jefe del estado está en manos de cubanos. ¿Y el personal venezolano preparado para esos menesteres? Al pajón. ¿Y los médicos graduados y especializados para prevenir, curar y gerenciar nuestra salud? Al cesto de la basura. ¿Y el personal técnico y científico para manejar nuestro sistema de identidad? Para el carrizo. ¿Y nuestro moderno sistema de alfabetización ACUDE? Al cesto de la basura y sustituido por uno ajeno a nuestro idiosincrasia. ¿Y nuestro dignos militares? Infiltrados por un ejército foráneo. ¿Y nuestros médicos? Autoexiliándose por falta de oportunidades. ¿Eso se llama soberanía? Que poco valor le da Chávez a ese concepto.
Esos servicios vitales, estratégicos y de alta seguridad nacional, siempre han estado y debe estar reservado para ser ejercidos por VENEZOLANOS, pero en este régimen entreguista, lacayo y cachorro de Fidel Castro, todo eso está en manos de cubanos. Eso no es un secreto para nadie. El Presidente no lo disimula o esconde, al contrario, alardea de esa situación antipatriótica, por eso, llama la atención que se forme un escándalo nacional porque ahora mete en Venezuela el comandante “Charco de sangre” como es conocido en Cuba por su tenebroso prontuario de crímenes. Es uno más, de los tantos “profesionales”, que invaden nuestro país y pisotean nuestra soberanía. Hay que solicitar la expulsión de todos los que están enquistados en áreas estratégicas de la nación y punto. La planta insolente del extranjero está profanando el suelo de la patria” Cipriano Castro, dixit.
¿Cuál será el próximo paso? Cerrar las universidades, los centros de investigación científica, frustrar las esperanzas de los jóvenes, cerrar las posibilidades de desarrollo y realización de nuestra juventud, propiciar la fuga de cerebros. A cualquier venezolano se la arruga el alma a ver, palpar y vivir en carne propia, el profundo desprecio que tiene Chávez por los profesionales venezolanos. Nunca olvidéis “Nuestra principal y única riqueza es nuestra capital humano” ¿Por qué lo desprecian tanto? Hay que pensar en el provenir. El país lo merece. El 26 de septiembre hay que revertir esta perversa situación. Los jóvenes, en principio, tienen la palabra. El futuro les pertenece y la involución del siglo XXI, se lo roba.
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