Es tiempo de las obras puntuales

“Cuanto más grande es el caos,
más cerca está la solución”
Proverbio chino.

En reiteradas ocasiones hemos planteado la necesidad que existe en densos sectores de la comunidad en la construcción de obras muy puntuales, cuyo costo es exiguo en algunos casos y cuantiosos en otros, pero realizables con beneficios infinitos para lograr definitivamente el desarrollo sustentable de la ciudad y mejorar la calidad de vida de los vecinos.

No hay explicación lógica, para el último gobierno local, que ha navegado en un océano de dinero – el precio del petróleo pasa los $100, lo que ha incrementado todos los aportes por situado constitucional, FIDES, LAE y otras asignaciones presupuestarias – no las haya construido o al menos iniciado, colocándose de espaldas a las verdaderas necesidades de la comunidad. Una omisión imperdonable.

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La construcción de la Plaza del Ajedrez. El proyecto data desde la década de los 90 y el costo original se estimó en 30 millones. Los jóvenes amantes del juego ciencia que conocen del proyecto e incluso el terreno que se reservó en las adyacencias del Liceo Alberto Carnevali no entienden porqué una obra tan importante duerme el sueño de los justos.

El estadio de fútbol menor, es un sueño de los deportistas apasionados del balompié. Existen muchas canchas y clubes en la ciudad. A pesar de que casi todas son de centros privados, prestan una encomiable labor en la enseñanza, promoción y práctica del deporte que más mueve pasiones en el mundo, sin embargo, necesitamos el semillero en que se convertirían esas instalaciones. El terreno está reservado desde el año 1988 detrás del gimnasio cubierto. Otro maravilloso proyecto que duerme el sueño de los justos.

Los drenajes de la ciudad. Cuando empiezan las lluvias calles, avenidas y sectores muy importantes de la ciudad se convierten literalmente en ríos. Entendemos que la solución es costosa, pero la gente se pregunta ¿Dónde está el proyecto? ¿En cuántas etapas los iremos construyendo? ¿Cuánto es su costo total? ¿Cuánto es el costo de la primera etapa? ¿Cuándo pensaremos iniciar la solución del problema? Son preguntas sin respuesta que deja este gobierno local y que el nuevo gobierno que elegiremos el 23 de noviembre tendrá que encarar si de verdad pensamos en una gran ciudad.

El servicio de gas directo es otra prioridad que tendrá que enfrentar el nuevo gobierno municipal a partir del mes de noviembre de este mismo año. Es inconcebible que una ciudad que nació al calor de la industria petrolera, que está enclavada en el corazón gasífero de Venezuela, sus vecinos tengan que ingeniárselas para obtener una bombona de gas, que hasta vienen fallas, se las expenden cuando la logra conseguir y no hay a quien reclamar. Llegó el tiempo del gas directo. Es un compromiso ineludible.

Los servicios de agua y electricidad son dos problemas básicos que no se pueden solucionar evadiendo responsabilidades. El nuevo gobierno local que elegiremos el 23 de noviembre, tendrá que presentar el proyecto, cuantificarlo y emprender con fuerza la lucha junto al pueblo para solucionar definitivamente estos graves problemas. No se puede pensar en una gran ciudad, promover la inversión si estos problemas persisten. Es tiempo de ponerse a trabajar por los verdaderos problemas de fondo de la ciudad. La limpieza de las calles, el ornato, el rayado, la recolección de basura y el reordenamiento del transito vehicular forma parte de la obligación cotidiana del gobierno local y no tiene nada de extraordinario. Es tiempo de adelantar las obras puntuales y aunque vivimos en el caos la solución está cerca. El 23 de noviembre es la fecha estupenda.